Al llegar a la recepción, saluda al conserje y se dirige a los estacionamientos en donde tiene su bicicleta. Ya en la calle, aparece una información en la esquina superior derecha de los lentes, que indica lo que falta para llegar a destino: “4,2 km”. El sol de la tarde aún es intenso y hace calor. La bicicleta comienza a rodar. Una camioneta negra de gran tamaño, con vidrios polarizados, sale de un estacionamiento del edificio contiguo y comienza a seguir a Ignacio sin que se percate. Como cada sábado, la ciclovía de calle Tobalaba está abarrotada de ciclistas. El indicador muestra “3,9 km”. Se acerca a una esquina donde las flechas doblan hacia la derecha por la calle Simón Bolívar. El vehículo que le sigue gira por la misma calle, manteniendo la distancia. Las flechas vuelven a mostrar una desviación a la izquierda por la calle Vicente Pérez Rosales, a 100 metros. Ignacio mira hacia atrás para cruzarse de pista y ve al misterioso vehículo. La frase de Theresa “te están espiando” vi
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