CAPÍTULO 44 Cuando despertaron al día siguiente, Amara seguía junto a Elliot. Por lo general él despertaba antes del alba, salía a entrenar y luego trabajaba en las bodegas, pero la noche anterior se habían quedado despiertos hasta tarde y él se había permitido el lujo de dormir más. Amara estaba

CAPÍTULO 45 Las cosas en Seattle no marchaban bien, la salud de Silas había empeorado considerablemente. Así que cuando Cameron le dijo que viajaría, se ofreció a acompañarlo. Ella sabía muy bien que el motivo principal no era informar a Elliot de la salud de Silas, sino más bien ver a Amara y ella

Amara miró a su marido y Cameron continúo hablando. ―Pero él dice que no irá. Fue lo que dije hace un momento, ¿se puede ser tan inhumano? ―Elliot… ―en este momento tenía que darle la razón, a pesar de todo Silas era su padre, si no lo veía, entonces podría arrepentirse el resto de su vida. ―Debem

Él la aparto y se dio la vuelta evadiendo su pregunta. ―Él es tu padre y no importa los errores cometidos, te necesita. ―Amara ―cerro los ojos y pellizco el puente de su nariz ―Ahora no quiero hablar de eso, ¿de acuerdo? Ella guardó silencio y siguió mirando su espalda. ―Está bien, perdóname, sé

CAPÍTULO 49 Teo cumplió la orden de su jefe, después de cuatro horas de viaje, finalmente aterrizo en el Aeropuerto Internacional de O’Hare. Se ajustó el abrigo y tomo un taxi, luego le indico la dirección al conductor, media hora después, Teo estaba frente a la casa de Ana Paula, que en ese momen