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Todos los capítulos de Mi Dulce amor ¡Déjate querer!: Capítulo 31 - Capítulo 40
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¡Visitaré a Britania cuando lo desee!
Capítulo 30 ¡Visitaré a Britania cuando lo desee!—¡Lo lamento, hija, no quise perturbarte, es que no me explico como esta mujer logro entrar aquí! Tantos guardaespaldas que tienen Sebastián, y mira que escapársele esa mujer!—Porque no voy a hacerlo, acaso su hija es tan especial, es una princesa como para no poder entrar a esta habitación en el momento que me dé la gana—¡No la soporto más!— inmediatamente después de pronunciar estas palabras Victoria la tomo del brazo, al llegar a la puerta chocaron con Lucy que venía entrando, y ella dándose una idea de la situación y sin preguntar nada, tomo el otro brazo de Julieta y ayudó a sacarla, lanzándola hacia afuera con una advertencia de Victoria— La próxima vez que te vea dentro de la habitación de mi hija te golpearé hasta que me canse—la amenazo hastiada—Te arrepentirás de esto vieja bruja— comenzó a vociferar Julieta,—¡No vuelvas a entrar porque no respondo! —le advirtió Lucy tirándole la puerta encimaJulieta una vez afuera no de
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¿Podrías ser paciente?
Capítulo 31¿Podrías ser paciente? El traslado al apartamento de Sebastián se llevó a cabo, en compañía de Victoria y Lucy. Ambas no se quisieron separar de Britania. Sebastián estaba de mal humor, nada había resultado como lo pensó, sospechaba que sería difícil separarse de estas mujeres y que Britania descansara como era debido o comenzar una vida juntos con esas mujeres alrededor. Su mayordomo los recibió, a grandes rasgos les mostró el apartamento, este era según el pensamiento de las tres mujeres, una gran representación del lujo, el confort y la elegancia, no obstante la falta absoluta de colores llamativos, vibrantes, predominando el negro y el blanco, casi asfixió a Lucy, esos colores denotaban una falta horrible de alegría. El mayordomo, después de mostrarle, las diferentes estancias, incluyendo una bella terraza donde afortunadamente predominaban las flores rojas y blancas en macetas, los condujo a la habitación que habían preparado para ella, — ¡Hay bastante espacio! ¿Pu
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¡No te excuses!
Capítulo 32 ¡No te excuses!El tenue resplandor de la luz solar pasaba a través de un gran ventanal, iluminando el despacho de Sebastián, desde allí también se contemplaba parte de la ciudad.El apartamento se encontraba en el Penthouse, en el piso superior, y este era un piso con un diseño de lujo muy exclusivo.Todo el lugar se observaba muy ordenado y pulcro. Un escritorio magnífico de madera tallada dominaba la vista ubicado en el centro del espacio. Detrás del sillón donde estuvo sentado Sebastián anteriormente y había estado hablando por teléfono, había un sistema de reproducción para amplificar la música contenida en discos de vinilo.Allí, cerca de una pared al lado el ventanal, también se encontraba un reloj antiguo de esos de péndulo que obviamente estaba en buen estado, porque ese péndulo se movía hacia los lados, con un efecto casi hipnótico.Muchas cosas presentes en el despacho hablaban de un hombre conservador al que le gustaban las antigüedades y disfrutaba de ellas o
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¡Odio a ese sabelotodo!
Capítulo 33 ¡Odio a ese sabelotodo!Britania se puso nerviosa. La expresión del hombre era cálida, su tono de voz sonaba muy cordial, y sus gestos muy amistosos, quizás no tenía que tener miedo, pero acababa de tener una discusión con Sebastián y todavía se sentía algo acalorada y nerviosa, además tenía mucha hambre.—Sí, yo soy Britania… y usted es…— ¡Ricardo Wash! Amigo de Sebastián y ahora tuyo por supuesto!, él la miró complacido y estiro su mano para saludar—Yo… mucho gusto—Britania sintió que su pequeña mano era tragada por la mano de este hombre, le estrecho la mano con amabilidad, la situación fue incómoda, acababa de conocer a un amigo de Sebastián después de tener una diferencia de ideas con él.Ricardo la miró con simpatía, sus ojos brillando con una calidez sorprendente. —Sebastián me ha hablado mucho de ti, — dijo con voz suave. —Mi esposa y yo acabamos de tener gemelos y pensamos que quizás te gustaría hablar con ella. No pudo venir porque los bebés todavía son muy peq
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¡Eres la reina del lugar!
Capítulo 34 ¡Eres la reina del lugar!Al ver la expresión en la cara de Sebastián, Ricardo se alarmó ¿Qué sucede?—Hoy he estado recibiendo llamadas de Néstor Salvat, el papá de Julieta, no le he respondido, ahora me envió un mensaje, esa mujer intentó suicidarse, está hospitalizadaSebastián sintió una oleada de repulsión al evocar la imagen de un hombre mayor, no tenía la menor idea de porque ese intento de suicidio tenía que ver con él. — ¿Quiere decir que no logro suicidarse? ¡Qué conveniente! ¿Y qué tiene que ver eso contigo? ¡Que yo sepa entre ustedes no ha existido un amor de novela, tan dramático, fue un acuerdo de negocios!, ¿Por qué tendría que ver eso contigo?— ¿Qué piensas? —Sebastián se admiró de la actitud de Ricardo, él era un hombre práctico, siempre lo había sido, la única vez que vio que sus defensas se resquebrajaron fue con su esposa Arabella, con ella y sus gemelos él olvidaba toda su frialdad y se convertía en un hombre tierno, es decir cambiaba totalmente.— ¡
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¡Dormiré si me prometes que estarás aquí cuando despierte!
Capítulo 35 ¡Dormiré si me prometes que estarás aquí cuando despierte!Con el rostro pálido, Tomás bajo la cabeza y le dijo: —Está bien, Señor, me disculpo por mi actuación de hoy, ¡Estoy avergonzado! ¡Por supuesto que atenderé a la señora lo mejor que pueda! —sus labios pronunciaban esas palabras condescendientes, pero su expresión era fría, él seguía pensando que hizo lo correcto. Consideraba a esta mujer una desvergonzada que se embarazó y se aprovechó de su hijo no nacido para atrapar un marido rico, ella no merecía su consideración.No obstante, Tomás a regañadientes también pensó que se había equivocado en su comportamiento, el Señor Sebastián al parecer sentía afecto por esta mujer. Tendría que mejorar su actitud a pesar de lo que sentía o pensaba. Hace mucho que estaba al servicio de Sebastián y no podía quejarse ni en su trato ni en el pago que él le daba por sus servicios. La tensión que sentía ante su amonestación le había dado dolor de cabeza.Sebastián, después de sacar s
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¡Está creciendo! ¡Nuestro hijo está creciendo!
Capítulo 36 ¡Está creciendo! ¡Nuestro hijo está creciendo!—Lo lamento Julieta, solo puedo estar aquí por un momento, así que trata de dormir, tengo cosas que hacer— ¿Te volveré a ver? ¿Volverás? ¡Para mí es muy importante! —volvió a indagar ansiosa. Sebastián no quería comprometerse con esa mujer, ni siquiera sabía por qué estaba tan apegada a él, apenas la conocía, pero no podía darle la espalda a otro ser humano que aparentemente lo necesitaba.— ¡Sí, volveré! —tuvo que decirle que sí, la idea es que se durmiera de una buena vez y marcharse para estar en su apartamento con Britania, a esta hora Victoria debe haberse ido, con suerte estaba Lucy acompañándola. Ella tomó su mano, y él escuchó su suspiro y vio como cerraba los ojos, solo estaría allí hasta que se durmiera, después se marcharía y el día de mañana enviaré a su asistente.Al ver como se durmió, intento sacar su mano, pero estaba fuertemente agarrada, le extraño que no se relajara aún dormida. Al final pudo desprenderse d
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¡Ya piensen en mi sobrino!
Capítulo 37 ¡Ya piensen en mi sobrino!Sebastián, emocionado, tomó las manos de Britania y las colocó en su vientre. Ella sonrió al ver su emoción. A Sebastián le pareció tan tierno el momento, quiso besarla. Mirándola directamente a los ojos, levantó suavemente una de sus manos y aparto unos mechones de su cabello que se encontraban en su mejilla, colocándolo detrás de su oreja.Britania sintió una emoción extraña, pero emocionalmente, reconoció ese sentimiento, era similar a lo que sintió esa noche en París. Su mirada y su aliento la envolvían en su delicioso frenesí. Lo deseaba, era puro y excitante deseo.Con una mano delicada, él sostuvo la nuca de ella, hundiendo sus dedos en su suave cabello, Sebastián inclinó la cabeza para conquistar sus labios, su perfume varonil impregnándola, su calor envolviéndola, sus labios fueron separados y su lengua inquieta proyecto su calor.Se escuchó su respiración pesada, y cada uno de ellos sintió los fuertes latidos de sus respectivos corazone
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¡Su propio lugar de trabajo!
Capítulo 38 ¡Su propio lugar de trabajo!Sebastián no quiso seguir escuchando a Lucy— ¡Voy a traerte la leche, y alguna otra cosa de comer!Al ver que Sebastián se retiraba Britania miro a Lucy con furia— ¡Lucy debes dejar de hablar así, haces que me sienta avergonzada!—No entiendo por qué, son un hombre y una mujer, ya tuvieron una noche experimentando, y la prueba evidente es mi sobrino, así que deja de hacerte la mojigata, solo quiero que guardes el reposo convenido con el médico—mientras hablaba Lucy fue hasta el sofá, movió a Britania, se acostó allí y puso la cabeza en las piernas de su amiga— ¡Lucy, no digas cosas que me avergüencen! ¡Realmente solo hablábamos!— ¿Sí? Eso no te lo crees ni tú misma ¿No viste su mirada hacia ti? ¡El sujeto te comía con la mirada!— ¡Deja de ser tan espontánea! ¡Hay personas que no se acostumbran a eso! ¡Deberías irte a dormir!—No, yo me levanté porque no te vi, ¿Recuerdas? ¡Nos acostamos juntas en la misma cama y cuando no te vi me preocupe!
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¿Mi hermanastra?
Capítulo 39 ¿Mi hermanastra?Sebastián se sintió emocionado, si hubiese sospechado que con eso bastaba para recibir su abrazo lo habría puesto en práctica hace tiempo —Sí, indícales que necesitas o cómo quieres que lo decoren, ellos te ayudaran, no sé mucho de eso, pero tú y tu amiga pueden explicarlesDe pronto Britania se dio cuenta de lo que hacía, no podía evitarlo, se sintió emocionado, Ella sonrió, su sonrisa beatífica iluminó todo su rostro, se sentía tan agradecida por su obsequio, se quiso separar de él, pero ella sostuvo y no la dejo ir, así que ella siguió abrazada a Sebastián,— ¡Lo siento! ¡Es que no lo esperaba! ¡Nunca había tenido un lugar para trabajar! ¡Me enternece que hayas pensado en eso!Él inclinó la boca hacia su oreja, sus labios murmurándole. — ¡Solo quiero que te sientas cómoda! —Al bajar la cabeza, ella casi pudo apreciar el olor a whisky escocés en su aliento.—Deberías saber algo, por lo general hacer una escultura, incluso pintar no es algo tan… limpio y
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