Capítulo 28 ¿No te quieres casar conmigo?Britania emitió un suspiro corto, pero no menos profundo. Lo observo detenidamente, Sebastián era guapo, extremadamente guapo, atrayente, y la miraba con esos ojos llenos de aparente sinceridad. — Claro, te lo dije cuando nos vimos aquí, voy a aceptar toda la ayuda posible, porque en este momento priorizaré por mi hijo y realmente he entendido que no tengo nada más que amor para brindarle. Ya escuchaste, no tengo un hogar, poco dinero— comenzó a enumerar con los dedos— la gran riqueza que tengo es mis ganas de luchar por él, y si tengo que aceptar ayuda lo haré, mi hijo es mi prioridad, uno— le dijo sencillamenteSebastián asintió. La entendía. Sus ojos tristes se lo decían todo. No le gustaba verla así, desde que la volvió ver parece que era su estado frecuente.— Escucha— siguió diciendo ella— tú puedes continuar con tu vida si quieres, yo no soy una víctima, parte del madurar es reconocerlo, solo soy una mujer que está viviendo una situac
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