Las cosas para Elìas estaban tan complicadas que no sabìa como iba a salir de este embrollo, estaba parado en las afueras de la habitaciòn a la que habìan trasladado a Miguel observando su telèfono, en èl aparecìan dos fotos de dos casas completamente diferentes incendiàndose, màs un video de una tercera, èsta era una pequeña casa en el campo, la misma que donde habìan aprisionado a su hijo y a Alexa. Estaba tan concentrado viendo como todo se quemaba en la pantalla de su telèfono, que dió un pequeño brinco cuando una enfermera bastante joven le tocò el hombro para llamar su atenciòn. -¿Usted es el padre de Miguel? Èl la observò de arriba a abajo, parecìa una de las novatas acabadas de graduar y se dió cuenta de que de una forma u otra le coqueteaba con la mirada, pero aunque pareciera extraño, a èl no le importó- Si, lo soy. -Ya despertò, està un poco confundido, pero quiere hablar con usted, le acosejo que no lo atormente, està muy sencible. El hombre ni siquiera le dió las gra
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