Esa misma tarde Eliezer le llevo el documento al señor Leroux, debía de mantener todo de manera confidencial.El hombre le pago muy bien por sus servicios, Gianna ni siquiera imaginaba lo que estaba haciendo su esposo a sus espaldas. Dexter tomó el documento y lo guardo en la caja fuerte, su oficina había sido reparada. Observo a Antonio mirando por la ventana, parecía estar muy distraído. —¿Obtuviste alguna información? —Desgraciadamente, nada, señor, creo que estamos ante un profesional, sin huellas, sin pistas, todo fue limpio. Dexter estaba molesto, no era para menos —Explícame, como carajos, alguien entra a mi oficina, colocaba un explosivo y se marcha como si nada, sin ser detectado por nadie, para qué les pago tanto dinero, si a fin de cuentas no hacen su trabajo —vocifero molesto —debería despedirlos a todos, por inútiles. Antonio guardó silencio por un momento, había muchos cabos sueltos, ¿quién era el enemigo de su jefe? Si algo le sucedía a ese hombre, la señora Isab
Leer más