Elena se quedó pasmada por un momento, luego afirmó con la cabeza. —Él me trata muy bien.Carlos la miró, sin ninguna expresión de tristeza en su rostro, como si realmente estuviera bien.Sonrió con amargura. —Con razón, últimamente has estado más distante conmigo.Al escuchar esto, Elena se sintió un poco incómoda.—En realidad, yo...—Si tienes algo que decir, dímelo directamente. No somos tan desconocidos entre nosotros, — dijo él, girando en ese momento la cabeza hacia ella, visiblemente emocionado.Elena se asustó un poco y lo miró atónita.Él exhaló y se arrepintió de su inesperada emoción. —Lo siento mucho, me dejé llevar.Ella negó con la cabeza. —No, no, en realidad tengo algo que decirte.—Elena, alguien de la empresa de Silvio se puso en contacto conmigo, quieren comprar tu contrato. ¿Sabías algo de esto?Elena no respondió de inmediato, pero Carlos ya lo había adivinado.—¿Es que no confías en mí, o es porque ahora él te trata bien y quieres regresar con él, confiar en él d
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