Marla despertó esa mañana muy temprano, siempre le ocurría cuando dormía en algún lugar nuevo para ella. A pesar de que siempre iba de visita a la casa de sus abuelos en sus vacaciones de verano, ya habían transcurrido más de ocho años que no los veía. Desde que entró a la universidad para estudiar su carrera de derecho, su vida cambió completamente, dejó de ser la chica risueña y alegre que era. Sólo mantuvo su carácter rebelde y su sueño de ser alguien en la vida. Para ella, la vida debía ser simple, sin muchas complicaciones, un buen trabajo, una casa propia, un auto y viajar. El amor era sólo un efecto colateral de algún encuentro sexual. A sus veintiséis años, seguía soltera, y eso era algo que aterraba a su madre Marcella, pero para Marla no era más que una excusa social para no creerse sola. Quizás se preguntarán que agrió el corazón de una chica con un espíritu tan avasallador, había dos poderosas razones; una, la traición de su novio de la secundaria, Andrés con quien tuv
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