—No tienes ideas de las cosas que podría hacer si sigues insistiendo en estorbar en mi camino —Sentencio imponente—. En cuanto a lo que quieres depende de ti.—Siéntate Sammy, no tienes porqué estar de pies, vinimos hablar a llegar a un acuerdo, me interesa mucho saber que estarías dispuesta hacer en ambos casos. Así podré saber cuál decisión me conviene más.—Muy bien, ahora nos estamos entendiendo —dijo con una sonrisa—. Creo que ya te he demostrado de que soy capaz, estoy dispuesta a darte lo que pidas, dinero, lujos, poder, todo a cambio de que renuncies a Ivanov.La mujer parecía no querer soltar nada comprometedor, necesitaba arriesgarme más, sin ser evidente.—¿Qué pasa si decido no alejarme? Es decir debes entender que lo mismo que me ofreces tú, puedo obtenerlo con Ivanov, entonces dime qué es lo que pasaría, Sammy debes esforzarte un poco más, porque tú actitud me da a entender que solo eres amenazas.—Como te atreves estúpida. ¿No te ha quedado claro con lo que le hice a Iv

Debía estar segura de que mi hazaña no fuera afectar el embarazo, encontraría una excusa para pedirle a Ivanov que me llevara a ver a Peterson, llamé a Erika y le dije que iría a su casa, necesitaría su ayuda para poder hacer llegar la grabación a las manos adecuadas y poder editar la parte que no me convenía que Ivanov escuchara en caso tal se diera la oportunidad. Minutos después había llegado y nos encontrábamos editando el audio con Erika, ella estaba sorprendida y de acuerdo en que era mejor que Ivanov no escuchara, había que dejarlo de ese modo, no podía ser editado sin borrar información importante. —Es mejor que le cuentes, ya sabes como es —advirtió Erika. —No lo sé, se molestará de todos modos, es muy protector y testarudo, pero lo haré en cuando encuentre el momento indicado, ahora lo importante es hacer que llegue a las manos adecuadas antes de que Sammy tenga una propuesta y me quede sin opciones. Ivanov me había llamado y le dije que me recogiera en casa de Erika, ah

Finalmente, estábamos camino a casa, en donde después de descansar unos minutos, empezamos a organizarnos, el vestido era lindo, pero me quedaba gracioso, aunque trataran de convencerme de lo contrario, no era ciega, se había organizado como nos iríamos y como seríamos custodiados.Había muchas personas en el lugar, todo le había quedado perfecto a Frederick, quien había contado con la ayuda de Inés y Erika, la gente parecía estar disfrutando, muchos se acercaban a Ivanov, el me presentaba orgulloso como su esposa, algunos hacían mala cara.Le dije a Ivanov que quería irme y dijo que esperáramos unos minutos, me había pedido bailar, pero preferí de sentarme, sentí ganas de ir al baño, Erika me acompañó y me dijo que ya había entregado la conversación que el agente había quedado satisfecho al escucharla, me devolvió la grabadora, dijo que el se había quedado con una copia del archivo, me sentí nerviosa y supe que tenía que decirle a Ivanov, en las manos equivocadas podría significar un

Sentí que se movió, no lo había hecho de ese modo, Paterson decía que debido a que estaba en reposo, sentí sus movimientos rápidos y fuertes, me preocupé, llamé a Paterson y me dijo que era normal, pero que sí seguía insistente y aumentaba el ritmo podía ir a verlo.—Ivanov quería decirle que Annia se está moviendo mucho —le escribí —no debe preocuparse, Paterson dijo que era normal. Esperé unos minutos y al no tener respuesta decidí tratar de descansar, me estaba quedando dormida, Annia había dejado de moverse, pero sabía que estaba bien, la sentía, decidí que dormiría un poco y después iría a visitar a Paterson.Estaba entré dormida y despierta y sentí como se movió rápido, sentí unas manos en mi vientre, al abrir mis ojos era Ivanov. Annia se estaba moviendo, me senté y lo abracé, le susurré que lo sentía, él se apartó.—Paterson nos espera, organicé sus cosas, iremos a ver si mi hija está bien.—Amor, per…—La esperaré en el auto —musitó con seriedad.Su actitud me hizo llorar,

Se acomodó, se acercó tanto que pude sentir su miembro palpitar en mis glúteos, empezó a sobar mi vientre, sabía que ya no sería necesaria una conversación para estar bien, empezó a besar mi cuello, se acercaba, suponía que intentaba hacerme sentir su miembro, aquello nos había llevado a una desvelada erótica, escuchar que dijera que me amaba me dio la idea de que estaríamos bien.Me besó y me acomodé para dormir, 4 de la mañana, me había quedado dormida, a las 7 me desperté con la maravillosa vista al cuerpo desnudo de mi arrogante jefe, cubrí su parte íntima y tomé una ducha, me organicé y el aún seguía dormido, quería intentar hacer su comida favorita para el desayuno, la señora Morffi me ayudó, llamaron a la puerta, era Thomas, decía que traía ropa para el señor, la recibí y la subí, me besó y abrazó, supuse que todo estaba bien, bajamos y desayunamos, se habían sentado a ver la televisión, mi madre empezó hablar del cumpleaños #19 de Dan.Lo que Ivanov opinó querer regalarle habí

—No soy un aperitivo, no puedo estar deliciosa, ¿le gustan? —pregunté. —El mío si Clark, antes me gustaban, ahora me encantan. ¿por qué está sin panti? —preguntó al bajar su mano a mi intimidad. —Me los quité hace unos minutos, fui al baño y pensé que sería bueno quitármelos para verlo aquí, lo tengo en mi cartera. —¿Si? —preguntó con una sonrisa pícara. —Si, amor me los quité porque quiero… Mordí mis labios, me giró y me dio una nalgada. —Yo sé lo que quiere Clark. Levantó mi vestido y empezó acariciar mis glúteos mientras besaba mi espalda, habían pasado unos minutos cuando me vi sentada en su miembro y gimiendo como aquellas rubias que tanto solía criticar. —Me quedaré a dormir un poco, lo necesito —dijo acomodándose en la cama—. Me hace saber si me necesita, que disfruten la fiesta. Le di un beso, me di una ducha rápida y bajé a la fiesta, me encontré a Erika, me sonreía de una manera extraña. Me acerqué y le pregunté que ocurría. —No te sientas mal, pero fui a buscarte

—No seas estúpida, no te atrevas a volver a cuestionar mis planes, para eso te pago bastante bien, ¿acaso lo olvidas? ¿De qué lado estás?— preguntó Sammy.Volví a sorprenderme al escuchar a Perla decirle que estaba de su lado.—Estás loca. ¿Por qué estás haciendo esto? Debes de entender que no te quiere, hagas lo que hagas, nunca te va a querer y mucho menos si llegas a lastimarnos, jamás te perdonaría, si nos haces daño.La mujer continuaba diciéndome cosas, parecía una esquizofrénica, de un momento a otro sacó un arma y me estaba apuntando, me preguntó que si deseaba que me disparara a mi primero o a mi vientre para asegurarse de eliminar a mi bebé.Perla se interpuso, le pidió a Sammy no hacerlo, pero esta la empujó, mi presión se había subido, Perla se acercó y me preguntó cómo me sentía, Sammy al ver eso se acercó y la empujó, empezó amenazarla.—¿Entonces crees que soy estúpida? Nadie se burla de mí, debiste haberte quedado si ibas a estar con tus niñerías, ¿de verdad pensaste

Fue lo último que escuché antes de desmayarme, estaba despertando, me dolía el cuerpo y me sentía muy mal, al recordar todo, miré mi vientre, no tenía alientos, intenté gritar, pero no fui capaz, traté de levantarme, entró una enfermera.—No puede hacer eso, señorita, quédese acostada — ordenó la enfermera.—¿Mi hija enfermera, dónde está mi hija?. Mi bebé, por favor, dígame dónde está mi bebé, dígame qué está a salvo.—Cálmese, tuvieron que hacerle una cesárea, por suerte ambas salieron bien, su bebé está bien, está en la incubadora, el padre no se ha despegado de ella ni un segundo, ha estado pendiente de las dos. Le diré que ya ha despertado.Me estaba acomodando en la camilla, me había llenado de felicidad al saber que mi bebé estaba a salvo, me pregunté por la suerte de Perla. Esperaba que estuviera bien.—Mi amor —escuché la voz de Ivanov.Caminó hasta mí y lo abracé fuerte, me lastimé, pero no importaba, le rogué que me dijera que nuestra bebé estaba bien, me abrazó sonriente d

Inés, Erika y Perla, eran mis damas de honor, todos estaban felices, los malos tiempos ya habían terminado y finalmente estaba por casarme con mi arrogante jefe, el padre de mi hija. Quién me esperaba en el altar con sus brillantes ojos azules intenso, llenos de lágrimas, los mismos que habían sido heredados por Annia.—Hoy estoy aquí y antes que todo quiero agradecer a todos por habernos acompañado en este día, pero sobre todo quiero dar gracias a Dios —dijo Ivanov—. Quiero dar gracias a la vida por haberme permitido conocer a esta maravillosa mujer, a la cual pretendo esposar por el resto de nuestras vidas. Agradecerle por haberme hecho el hombre más feliz de todos. Estoy sumamente agradecido, no solo porque ella llegó a mi vida para quedarse, cambiarla, sino porque me dio un hermoso regalo, nuestra princesa.Se detuvo y nos miró. —ANNIA, nuestra hermosa hija, ella es un milagro, el milagro que nos unió, el milagro que me cambió, ya tiene poco más de tres meses, es mi razón de se