Las páginas del libro se sucedían con rapidez bajo la luz de la lámpara. El reloj marcaba más de la medianoche y allí estaba ella, sumergida en la maraña de teorías, decidida a conquistar cada pregunta que la prueba le lanzaría. Brad, su suegro, había movido cielo y tierra para darle esta oportunidad, haciendo que presentara la prueba de conocimiento para optar al título de bachiller, la cual aprobó y por eso estaba allí, tres semanas después, preparándose para presentar la prueba de admisión a la facultad de medicina, y no pensaba desaprovechar esa oportunidad, aunque sus ojos pedían clemencia al sueño.—Amor, ya es tarde —murmuró Harvey, su presencia como un faro en la penumbra del estudio. —Deberías descansar, además los bebés quieren dormir.—Ellos entienden que ese es el sueño de su madre y me apoyan, te prometo que será solo un capítulo más —insistió ella, casi automáticamente, sin levantar la vista del texto.—Siempre dices eso —respondió Harvey con una sonrisa tenue, conoced
Leer más