Los ojos de Juan se hundieron unos puntos, brillaron la luz en su mirada, con labios finos fruncidos.Miró a Lorena, cuyo rostro no cambió, indiferente y distante.Elena se fue con ella.Juan se sintió aliviado al ver que Polo no le perseguía.Echó una mirada feroz a Polo, dijo con su voz fría e intimidante:—Señor Ruiz, piensa menos en la esposa de los demás, o tendrás que pagar un precio.Polo rió suavemente, replicándole sin miedo:—Ex-esposa.Los dos estaban igualados en términos de aura, y era difícil notar la diferencia.Juan entrecerró los ojos peligrosamente, seguido de un lento torcer de labios:—Mi ex mujer también es mi mujer, sólo te pareces un poco a mí para que ella te mire más, jeje, eres sustitutivo.Enarcó las cejas, sin ocultar el desdén que soltó.Polo entrecerró los ojos momentáneamente.Repentinamente ocurrió la frialdad.Estaba aquí por negocios, y el hombre seguía esperando en el palco superior, y cuando alguien bajó a invitarle, Polo no dudó en dar vuelta y marc
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