RESISTIÉNDOSE AL AMOR. Capítulo 50: Te pedí que cuidaras de ella
FINN LYNCHBeth, ¿dónde estás? ¡Sal de ahí! ¡No tuviste que hacer esto!, exclamé para mis adentros mientras apretaba mis dientes y puños, ansioso por salir corriendo a buscarla, pero cuando giré el rostro, noté a Mauro, aun con los ojos clavados en la pantalla mientras, más atrás, sentada en una mesa, con las mejillas pálidas, se encontraba Estela, comprendiendo por fin que Beth no era la niña torpe e inocente, que había tenido en sus manos a un feroz tigre y ahora estaba suelto. Las cadenas que había intentado poner sobre mí, habían desaparecido, mi cazadora no se había ido, no me había abandonado, me había liberado. —¡Mauro! ¡Ven acá! —exclamó Estela poniéndose de pie. —¿Qué ocurre? ¿A dónde vas con tanta prisa? —pregunté divertido. —Creo que es obvio que, con Beth «desaparecida» y el director muerto, no me importa un carajo que te quedes a mi lado, ni tú ni el idiota de tu hermano. ¡Hagan lo que quieran! ¡Me importa un carajo! ¡No los quiero ver en mi puta vida!De esa manera a
Leer más