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Todos los capítulos de Destruyendo al magnate: Capítulo 21 - Capítulo 23
23 chapters
Capítulo 21: Desde tu cielo azul
Valentina comenzó a llorar y todo su cuerpo temblaba. En ese momento se dio cuenta que no era capaz de asesinar a una persona, al menos, no a Marko.Él también lo entendió, así que con paciencia le quitó el arma.—Ay, Val, tú eres demasiado buena persona como para mancharte las manos de sangre —soltó él con compasión. Esperó unos minutos antes de agregar—: ¿qué te ha sucedido? ¿Por qué estás tan alterada? —Le tocó la frente—. Dios… estás hirviendo en fiebre.—Yo… soy una idiota —dijo ella con voz quebrada—. Yo… ¿cómo pude vivir con alguien así? Esa noche quien iba a morir… era yo…Marko guardó la pistola dentro de la caja fuerte y también le quitó los papeles a la joven y los acomodó en el interior de
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Capítulo 22: los límites entre las verdades y las mentiras
Rosa se paseaba en círculos por la habitación, sus manos se masajeaban entre sí, nerviosas y sudorosas.—¿Ayudaste a Marko a asesinar a Lorenzo? —preguntó Valentina con fuerza.Su hermana por fin pudo voltear a mirarla, sus ojos estaban llenos de lágrimas y por momentos se podía apreciar el temblor en sus hombros compungidos.—Debía escoger entre tu vida o la de ese criminal —espetó Rosa—, ¿y cuál crees que sería mi decisión? Obviamente serías tú: eres mi hermana, por el amor de Dios.—¡Pero fue un asesinato! —alegó Valentina.—¡No, fue en defensa propia! —protestó Rosa—. Él también iba a asesinar a Marko, tuvo que defenderse, eso fue lo que sucedió.—¿Te estás escuchando? —cuestionó Valentina y se levantó de la cama—. Eres una fiscal, sabes perfectamente que lo que dices no tiene sentido. Yo misma vi el video de cuando Marko arrolló a Lorenzo, ¡traía una maldita pistola en su mano! Y Lorenzo estaba escapando.—¡Él escapaba, pero era para ir a matarte! —exclamó la mujer—. Por favor, e
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Capítulo 23: Si te quedas a mi lado
El recuerdo del primer beso que Marko le había dado en su fiesta de cumpleaños cuando eran niños era uno de los más hermosos que conservaba. Los radiantes ojos azules del niño destellaban inocencia y amor puro, al igual como su sonrisa, era cálida y amena.Valentina quería quedarse allí, sentada en aquella piscina, siendo una niña de siete años. En aquellos tiempos todo era felicidad, Marko Rumanof era su mejor amigo, a su lado se sentía segura, nadie en el colegio la molestaba y su familia aún no se había separado.Su cuerpo se volvió pesado y por fin pudo arrastrarse al recuerdo, quedándose allí y siendo feliz..Estaba seguro que pasaba algo, podía presentirlo. Valentina no era de las que nunca contestaban el celular, ella siempre le respondía.Se dirigió a la casa de Rosa y no esperó a que Valentina le abriera la puerta. Afortunadamente tenía una copia de las llaves de Rosa y abrió, comenzando a llamar a Valentina, pero no le contestaba. Corrió escaleras arriba y empezó a buscar e
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