Tan deliciosa, tan perfecta, esos labios tan rojos y sensuales, esa piel tan blanca, esos pezones tan rosados y chupables ¿qué se sentiría hundirse por completo en la suave vagina entre sus piernas? Sus bolas se tensaron y su cabeza cayó hacia atrás con un gruñido bajo, que se escuchó en la habitac
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