Mario recogió su equipaje y bajó las escaleras. Ana, con sus delicados dedos blancos, tiró suavemente de la esquina de su ropa, a punto de llorar. Mario, sin embargo, no tenía intención de intervenir, pues no amaba a Ana. A pesar de sus súplicas, se fue en su auto.Pasó una semana en la ciudad H, durante la cual Cecilia se sometió a su primera cirugía de pierna y los medios de comunicación destaparon su relación con ella, generando rumores de infidelidad.A su regreso, Ana no mencionó nada sobre su familia; se limitó a desempacar su maleta y prepararle el baño como siempre. Después del baño, Mario la llevó a la cama y tuvieron relaciones dos veces, en silencio total. Ana, reprimiendo sus emociones, no emitió ningún sonido, sumida en la culpa.Tras el acto, Mario se recostó en la cama fumando. Ana le pidió dinero con voz baja, y él le dio un cheque de 10,000 dólares. Recordaba cómo sus manos temblaban, incapaces de sujetar bien el cheque. Desde ese momento, supuso que Ana había dejado
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