Fernando Montero observaba fijamente a su esposa mientras ella se peinaba su cabello cobrizo, sin emitir una palabra y con una actitud inmutable.De pronto hizo una mueca de impaciencia, parándose._ Entiendes lo que te estoy diciendo o tengo que volver a explicarlo?._ dijo en tono autoritario.Era un hombre de unos 30 años, alto, poseía un cuerpo atlético ya que practicaba natación su tiempo libre, su cabello castaño combinaba perfectamente con sus ojos color ámbar, era muy guapo, sino hubiese sido médico, podría tranquilamente ser un galán de telenovelas.La mujer, dejó el cepillo en el tocador y giró para mirarlo, era realmente bella._ Será como tu digas Fernando, dame los papeles y los firmo, si quieres ya mismo me largo de aquí, este lugar es asfixiante.Anna Berardi, se mantenía erguida ante aquel hombre que en un acto de supuesta bondad, prácticamente la había tenido de rehén durante tres años en un matrimonio sin amor.Ella estaba deseosa de liberarse de él y de toda esa hist
Leer más