Los labios de María fueron repentinamente sellados por Manuel, su cuerpo tembló involuntariamente.Sin embargo, no contento con un simple contacto, él la envolvió con fuerza con el brazo que rodeaba su cintura, y ambos pechos estaban estrechamente pegados.Aunque solo habían pasado unas pocas horas sin verse, ambos sentían como si hubiera pasado un tiempo interminable, con añoranza que crecía con cada segundo.Cada centímetro de piel anhelaba fusionarse.María se desplomó en su cálido pecho, su cuerpo se volvió débil, soportando la profunda demanda de él.Cada respiración fue absorbida por él, María, con una respiración inestable, quería apartarlo, pero sus manos gradualmente, sin control, subieron a su cuello, murmurando débiles gemidos desde la punta de su nariz...Él la besaba intensamente, la boca llena de su cálido aliento apasionado, tan abrasador que la hacía temblar ligeramente su corazón.María recordó las veces que malinterpretó a ese hombre, pero él, sin tener en cuenta los
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