Darcy HoganA la mañana siguiente Hunter me despertó con su boca sobre mí, me hizo sentir bien desde el primer momento de la mañana y luego llevó desayuno para que nos deleitáramos los dos. Ahora yo llevaba su olor, estaba impregnado en todo mi cuerpo y aunque la mordida todavía dolía en mi cuello, me sentía plenamente bien, en paz y extremadamente feliz.Por otro lado, Hunter estaba totalmente cambiado. Parecía menos reacio a expresarse, a tocarme, a dejarme saber que ansiaba mi cuerpo como yo el de él.Estaba sin restricciones y me cuestioné qué había cambiado.Lo sentí salir en medio de la noche, pero para cuando regresó estaba lo suficientemente dormida como para darme cuenta, sin embargo, no le pregunté al respecto.Yo estaba haciendo que el cambiara de opinión a cerca de todo lo que sabía de mí, de lo que le habían dicho. Estaba acabando con un odio generacional y tenía que darle tiempo.Pero mientras se siguiera comportando de esa manera podría darle todo el tiempo que necesita
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