Esteban.Ema me ayudó a sentarme detrás de mi escritorio y suspiré mientras limpiaba mis lágrimas.-No te había visto llorar desde que mamá murió. - Murmuró.-No lo hago porque quiera. - Respondí con un gemido. - Joder, aún duele. Debo de preguntar qué m****a es esto para que pueda regalarte uno y lo lleves contigo cada que salgas del edificio.-Eres... el mejor hermano, pero no creo que sea momento para preocuparte por mí. - Dijo divertida.-Siempre es momento para preocuparme por ti, eres mi hermana.-Aww, un poco más de miel y me vas a empalagar. Espera, deja te ayudo con eso.Ella me ayudó a reclinar mi silla de cuero y colocó algo húmedo sobre mis ojos.-Habla ahora. ¿Tenemos también algún tipo de deuda con esos humanos y es por eso que te niegas a ir por sus cuellos?Ni siquiera trataría de esconderle la verdad, era por eso que le pedí que viniéramos a mi oficina.-No. Ella es mi pareja y el otro, por lo que sé, es su mejor amigo. -¡¿Tu qué?!Mi hermana, la más correcta y hermos
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