Caminé en su dirección y posé mis manos sobre sus caderas, moviéndolas suavemente, Hannah soltó una pequeña risita coqueta, luego dio una vuelta y me preguntó si me gustaba, me sorprendió su pregunta, en especial porque notó que no pude apartar la vista ni un segundo, le dije que se veía realmente hermosa, al escuchar mi respuesta, sus mejillas se tornaron de un rojo encantador y bajó la mirada, apoyando su frente sobre mi pecho.—Vamos, que es tarde.Levantó la mirada y me tomo de la mano, tirando suavemente de ella, antes de salir del cuarto de hotel, tomó su bolso que hace juego con su ropa y nos fuimos al lobby. Mientras salíamos del hotel, todas las miradas se posaron en ella al instante, ya que, el vestido tiene brillos en toda la falda y cuando la luz se refleja en él, hace que Hannah resalte más entre la multitud, cada vez que camina, algunos risos que caen sobre su rostro rebotan con suavidad ya que tiene gran parte de su cabello recogido en un chongo.La misma atención que r
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