Todos los capítulos de De asistente a esposa del CEO paralítico : Capítulo 71 - Capítulo 80
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Capítulo 71: Susto
Mis sentidos se alarman y yo apunto hacia la fuente del ruido, preparándome para lo peor. Ya he visto mis rutas de escape. Sé dónde tiene Felipe las llaves del auto, así que, puedo tomar las llaves, encerrarme en el auto blindado y huir de aquí.Es un plan practico, uno que puede funcionar si me muevo rápido y no debo matar a alguien, por lo que, me coloco a la altura del hombre que está en el suelo herido y con cuidado apunto a la fuente del ruido.— No se acerque o voy a disparar. No es solo una amenaza. Ya ha visto que soy capaz de hacerlo — advierto.— Mi esposa es muy valiente — dice Danell saliendo de la oscuridad con una sonrisa de satisfacción. Mis manos firmes se tornan temblorosas y mi vista se nubla al punto de no poder ver y por ello, llorar. Cubro mis ojos y lloro hasta que ya no me es posible hacerlo, mientras un grupo de hombres nos rodean sin decir una sola palab
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Capítulo 72: Comprar ingredientes
¿En qué momento le di tanto poder a Danell? ¿Cómo es posible que me haya molestado demasiado por sus ‘pruebas’ y al segundo siguiente solo sonreír porque me ha dicho que tendremos una cita?‘Estoy loca. Realmente estoy loca’ me digo mentalmente mientras miro la mano del hombre que espera que le responda a la invitación y yo la acepto cuando apenas la ha extendido.— Pensé que te iba a tomar tiempo aceptar mi invitación, pero, al ver que la has tomado rápido, quiere decir que me he tardado en proponerte esto. — dice Danell y yo trago duro.— No estaba ansiosa por esto, solo que me preocupa que tu brazo se canse — miento y Danell me jala hacia su cuerpo causando que yo me siente sobre sus piernas.— Claro, seguramente es eso. Ahora, deja de estar molesta conmigo. Mi corazón duele cuando estas molesta conmigo — dice Danell con dramatismo
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Capítulo 73: Ser un loto
Compramos muchas cosas y el malestar se disipa al punto de sonreírnos e incluso bromear sobre comida picante que deberíamos colocar en la comida para los glotones que se comían las cosas que dejábamos para más tarde.Compramos mucho helado, ingredientes para hacer galletas y tantas cosas más que parecía que iba a crear un negocio de repostería o panadería. Sin embargo, aunque comprábamos mucho, no era suficiente para nosotros al haber tantos hombre que alimentar en casa, — Me gustaría decir que dejemos que la comida de los demás la hagan ellos mismos, pero, si los privo ahora de tus delicias, estoy seguro de que serían capaz de matarme. Así que, al menos deben tener un poco de tarta o galletas que hagas para compensarlos.— No me molesta cocinar para ellos cuando cocino para los dos.— Lo sé, pero, aun no te has embarazado para actuar c
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Capítulo 74: Ser adolescentes rebeldes
Se estaba esforzando en que estemos bien, incluso en medio de planes donde el dolor se promueve al igual que el engaño. Intentaba no mostrarme solo oscuridad de su parte y no era buena idea.Tenía una vaha esperanza que al ver solo cosas malas en él, dejaría de quererlo, pero, al ver que él es capaz de hacer como estas, me hacen arriesgarme a algo que es inseguro, pero, que piden mucho más que solo salidas a supermercados. Aunque este sea un buen comienzo.— Todos dicen que soy luz, que soy pureza e inocencia. — susurro quedado a pocos centímetros de tocar sus rodillas.— Eso eres, Dove.— Lo fui. Era una mujer inocente porque aunque sabía que hay maldad, no pensé en los detalles que ahora si tengo. Ahora no dudo en disparar, eso no lo hace una persona inocente.— Bueno, en eso tienes razón.— Jesucristo no habló en ningún momento que
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Capítulo 75: Moverse los órganos
Algo es claro aquí, no puedo seguirles el ritmo a las ocurrencias de mi esposo. Por lo que, debo tomar un respiro para entender un poco lo que quiere decir y poder centrar al hombre que parece saltar de pensamiento en pensamiento, que no tiene algún tipo de conexión entre estos.— Cuando entramos al supermercado, hablaste de ser como una pareja romántica que va de compras para preparar la comida y ahora estás hablando de ser rebeldes e incluso, exponer la vida al manejar a gran velocidad.— Quiero saber que te gusta más, si el romance dulce o la adrenalina de manejar rápido mientras huimos de padres estrictos. — dice Danell guiñando uno de sus ojos.— Estás loco.— Sí, lo estoy. Es aburrido ser una persona seria y fría porque soy un mafioso o un ceo que siempre debe ser así. liberémonos un poco, cariño. Es momento de portarnos solo un po
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Capítulo 76: Confesión inesperada
Desvío mi mirada deseando que mis mejillas ruborizadas, no estén delatando mi emoción en estos momentos, aunque sé que ya deben haberme delatado. Ya que, la sonrisa que me muestra mi esposo en estos momentos, significa eso.Solo cuando yo misma me delato, es que sonríe de esa manera como si le causara satisfacción verme tímida. Algo que no me agrada mucho, porque se nota que disfruta cuando yo misma me expongo.— ¿Desde cuándo conoces este lugar? — pregunto desviando el tema.— No lo conocía realmente. No de manera personal. Es solo que en mi tiempo libre, comienzo a buscar lugares interesantes que me gustarían visitar y que no recuerden mi discapacidad.>> Aquí no es necesario caminar. Por lo que, la silla de ruedas no es útil. Sin mencionar, que aquí hay un lugar muy agradable donde no somos jefes de la mafia, si no, dos personas que disfrut
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Capítulo 77: Felicidad
¿Cómo se siente anotar un gol? No soy muy fanática del futbol, pero, en estos momentos ni los logros de Leonel Messi o Cristiano Ronaldo, podrían superar el logro que acabo de tener contra mi contrincante de amor.Luchar porque alguien lo quiera, es una tarea difícil, porque el querer es un sentimiento que no puede imponerse y yo, no tenía ventajas frente a Danell. No soy la mujer que seguramente él frecuentaba y mucho menos, tenía pensado que llegáramos hasta aquí.Así que, con él estaba trabajando sobre un terreno inexplorado para los dos, uno en el que aunque tenía muchas desventajas, acababa de meter un gol. Con la cancha en condiciones peligrosas y jugadores expertos, he metido un gol que me corta la respiración.— Rayos… — susurro llevado mi mano al pecho.Me he entrenado para este gol, las comidas que le hacía, las recompensas dulces
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Capítulo 78: Estar felices
Las dudas sobre mi matrimonio, se disipan al punto que no dejan un solo rastro de esta. Por lo que, sin importarme donde me encuentro, profundizo el beso, donde la comida que tanto nos gusta, deja de ser relevante.Por ello, entre los dos, tropezando, dejamos la comida a un lado, mientras yo me subo sobre las piernas del hombre que me hacía inmensamente feliz solo con unas pocas palabras. Así de poderoso es mi esposo en mis emociones.— Si continuas así… — dice Danell cortando sus palabras por continuar con nuestro beso — No… podré… contenerme.— No te contengas entonces — susurro sin sentir vergüenza, por lo que, estoy promoviendo.Sé que no es correcto tener relaciones sexuales en un auto en medio de un lugar solitario, donde podrían vernos o atacarnos, pero, esas pequeñas cosas no me importan ahora y por eso, me concentro en disfrutar de mi esposo y no en l
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Capítulo 79: Estar cómodos juntos
Con paños húmedos del compartimiento del auto, nos limpiamos al no tener baño donde podamos asearnos. Es cuando me alejo de él, que el reducido espacio del auto, hace que nos golpeemos y nos burlemos por los pequeños golpes.También, nos burlamos de nuestra ropa. Al parecer, en las ansias de ser uno solo, no medimos cuan sucia y arrugada quedaría nuestra ropa. Por ende, nos veíamos terribles.— No sé en dónde está mi asistente con ropa impecable al igual que su peinado. — se burla Danell.— No estas atrás, no veo tu ropa impecable y seriedad al trabajar.— Es que este trabajo si me gusta, por lo que, no puedo mantenerme serio, ni mucho menos con ropa pulcra y perfecta. Sobre todo, cuando mi trabajo es mejor sin ropa. Aunque no me quejo ahora de que nada más acomodaste mi ropa para sacar lo que te interesaba sentir. Puedo decir que…— Bien, hace hambre, mejor vamos a vestirnos para comer. — digo sabiendo que lo que va a decir, me va a sonrojar completamente.— Me al
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Capítulo 80: Ser regañados
Las estrellas no se había visto más hermosas que hoy. he disfrutado tanto la compañía de mi esposo, que disfruto inmensamente cada pequeño detalle, hasta que la hora de marcharnos se acerca a nosotros.Sin miradas dulces, comidas increíbles y una vista espectacular, disfrutamos de nuestra cita como adolescentes que escapan de casa para tener un momento a solas donde se sienten libres.— Es momento de marcharnos. Seguramente tienes cosas que hacer como accionista y yo tengo cosas de que encargarme. Vayamos a casa — dice Danell y yo asiento, aunque realmente deseo mucho quedarme en este lugar.Aquí dejamos de tener etiquetas, por lo que, me agrada que podamos salir de todo el caos en el que hemos decidido estar y concentrarnos solo en dos personas que se quieren. Porque Danell ya ha confesado que me quiere.— Está bien, manejaré con lentitud, para disfrutar del viaje — digo y Dan
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