Kerrie salió del salón encontrándose con una chica que era increíblemente guapa. Sin embargo, notó una herida en su cara, aunque se veía borrosa, pensó que tal vez era porque estaba ebria que veía de aquella forma, además se había puesto sus lentes de contacto por lo que su mirada podía engañarla.—¿Te conozco? — Preguntó ella arrastrando un poco las palabras.—Tú me ves. — La joven frunció el entrecejo e inclinó levemente la cabeza.—¿Perdón? Claro que te veo, aquí. — Movió los brazos de arriba abajo torciendo un poco su pie, pero se recompuso.—Eso es genial. — Una sonrisa maquiavélica se formó en la cara de la chica y entonces Kerrie lo entendió, ella era un fantasma. Al darse cuenta intentó huir. Sin embargo, la chica la atravesó tomando por completo su cuerpo. La conciencia de Kerrie era una nada en cuanto algún espíritu tomaba su cuerpo y era más sencillo ser poseída en estado de ebriedad. Ahora se daba cuenta. Su conciencia seguía ahí, sin embargo, el espíritu ahora manejaba ca
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