Mi día transcurrió con normalidad. Estoy empezando a acoplarme a esta nueva vida y debo decir que es mucho mejor de lo que un día pude imaginar. Soñé tanto con ser un hombre del común, que la realidad supera cualquier sueño que pude tener. Se siente tan bien llevar una vida tranquila y sin estar alerta todo el tiempo. Por fin estoy donde realmente pertenezco.Salí de mi salón en cuanto las clases finalizaron, encontrándome de camino a la sala de profesores a la nueva directora.-¿Qué tal su día, Sra. Hayes? -pregunté.-Ha sido mejor de lo que pensé. Es una universidad muy grande y tiene muchos estudiantes, pero nada que no pueda controlar -sonrió, dándome una mirada de soslayo-. Vi en tu contrato que no llevas mucho aquí.-Apenas unas semanas, pero me han adoptado muy bien.-Bueno, somos los más nuevos, espero ser tan aceptada como tú.Sonreí, y cuando pensaba responder, Greta pasó por nuestro lado dándonos un corto saludo, mientras se encontraba sumida en una conversación por su telé
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