Holden miró el lugar al que lo había traído con una sonrisa divertida antes de mirarme fijamente y apretar los labios, conteniendo la risa.—Sé que el nombre te parece extraño y todavía más raro se te hará cuando veas a los meseros, pero te aseguro que es un buen lugar. La comida es rica y la cerveza también.—¿Los guardianes de la galaxia? —recitó el nombre del establecimiento y me encogí de hombros.—No es un nombre nada estrambótico ni ingenioso, pero hacen buenos shows.—¿Qué tipo de shows?—Lo mejor será que los veas con tus propios ojos —tomé su mano y lo guie al interior.El club estaba a reventar como cada viernes, por lo que nos hicimos en la barra. Desde que sucedió lo de Connor no había vuelto a venir y todavía no entendía por qué razón. No solo la comida es buena, siempre me ha gustado ver bailar a Jana, es una de las mejores bailarines que haya visto en la vida. La destreza de sus caderas es sorprendente.—¿Es algún club fetichista o algo por el estilo? —inquirió.—No que
***Sus manos recorrían mi cuerpo de una manera muy lenta, pero a la vez poderosa, logrando así que me removiera entre sus brazos y elevara el cuerpo exigiendo más tacto. Su boca descendió de la mía por mi barbilla y cuello hasta llegar a mi pecho y provocarme escalofríos ante la humedad y tibieza de su lengua, antes de darme una mirada tan profunda y poderosa y seguir con sus debidas atenciones.Continuó proliferando besos, lamidas y suaves succiones por mi pecho, siendo dueño de cada uno de mis gemidos y de la calentura que agobiaba cada parte de mi ser. Al ruedo se sumaron sus manos, las cuales no dejaron campo de mi cuerpo sin palpar.Me retorcía bajo sus manos y su boca, queriendo apresarlo entre mis adentros con la misma fuerza en la que sus dedos tiraban de mis sensibles y erguidos pezones y su lengua se deslizaba por mi pecho y vientre, yendo a un destino fijo y palpitante, deseoso por experimentar todo el poder que su boca posee.Esas palabras tan sucias y depravadas, tan cap
Antes de ir al supermercado, fuimos hasta el club y recogimos mi auto. En un principio pensé que las cosas estarían tensas entre nosotros luego de los besos que nos dimos en la noche, pero nunca me había sentido tan cómoda en compañía de alguien.Holden me desespera, su descaro no tiene límite y es tan elocuente que termino creyendo en cada una de sus palabras. Pero hay algo en él que me llama con fuerza y a la vez me grita que me aleje antes de caer en su red y no encontrar salida alguna.Entramos al supermercado y fue por un carrito mientras le enviaba un mensaje rápido a Jana, contándole en un breve resumen de lo que había pasado entre mi vecino y yo. No me respondió, pero estoy segura que cuando lo vea no podrá creerlo y me atacará sin un ápice de pena.—Pensé que solo comprarías fresas —le dije, caminando a su lado por el pasillo de las frutas.—Sí, pero también necesito otras cosas.—¿Sabes cocinar? —pregunté.—Algo, pero no soy tan bueno como...—¿Cómo quién? —ataqué sin pensar
Holden me atrajo a su cuerpo sin apartarse de mi boca y descendió sus manos por mi espalda muy lentamente hasta mi trasero, donde apretó y amasó con fuerza, frotando su gran erección en mis muslos y haciéndome muy consciente de sus ganas.De un momento a otro y sin verlo venir, me levantó en sus brazos y me obligó a enredar las piernas en sus caderas y mis brazos en su cuello. Siguió arrebatándome todo el aire en un beso rudo y lleno de humedad, apretando mis nalgas entre sus manos y rozando nuestras partes más latentes por encima de la ropa.El poder de su boca y el roce de sus manos por mi cuerpo no me permitieron pensar en nada más que no sea sentir y experimentar. Me aferré con más fuerza de su cuello y seguí su rudo beso con la misma intensidad y fogosidad, muy dispuestos a arrebatar el aire y la cordura del otro.Caminó conmigo en sus brazos unos pasos y me dejó en la barra, mordisqueando mis labios y volviendo a besarme con intensidad. Se separó de mi boca, jadeante, con los la
Capítulo dieciséisPretendía discutir con él, pero me atacó sin piedad, lamiendo de punta a punta mi coño hasta abarcar mi ano, donde se enzarzó por largos minutos, moviendo su lengua en círculos y provocando en mí una marea muy fuerte e intensa de emociones. Gemí tan ruidoso y me froté contra él de una manera que dejaba en claro lo mucho que me estaba gustando su acción, desconociendo en lo absoluto que ser atendida en esa parte en específico de mi cuerpo sería tan placentero.Me sostuve firmemente del borde de la barra, echando la cabeza hacia atrás y doblando mi cuerpo cuando lamía con mayor intensidad. Jamás me habían hecho algo como esto, puesto que una vez que estuve de acuerdo para probarlo, fue tan doloroso, que me negué en lo absoluto a volver a intentarlo. Holden movía su lengua en todo el rededor sin llegar a nada más, pero era más que suficiente para calentarme y hacerme sentir extremadamente bien.Mi chorreante y necesitado coño exigía sus atenciones. Cada segundo me hume
Ni una sola palabra en este jodido mundo puede explicar lo que es Holden Gray en todo el sentido de la palabra. Es tan intenso y ardiente, que no encuentro cómo describir todo lo que despertó en mí.Mi primera experiencia sexual fue incómoda, torpe y algo dolorosa, pero conforme fue avanzando mi relación con Matthew, mi primer novio, la química nos fue atrapando y puedo decir que teníamos un buen sexo. Creí que Connor sería diferente, puesto que era un hombre maduro y con bastante experiencia, pero aunque él solía calentarme lo suficiente, solo buscaba quitarse sus ganas y muchas veces tuve que terminar con la ayuda de mis dedos.Holden no se anda por las ramas y tampoco va a medias. Tanto sus besos como sus caricias tienen el poder suficiente para hacerte sucumbir, pero nada se puede comparar a la gran fiereza que posee en su interior. Su forma de tocar, lamer y adentrarse en mis adentros no tiene punto de comparación. Es como un animal salvaje y hambriento buscando desesperadamente
Holden—¿Qué hiciste con el viejo? Cuando dije que le dieras un pequeño susto, no pensé que fueras a desaparecerlo por tanto tiempo. Bueno, lo supuse, pero sabes que no podemos arriesgarnos, Tanner.—¿Por quién me tomas? —soltó una carcajada, desparramándose en el sofá—. Como que me emocioné de más con el susto, pero lo importante es que el vejete aprendió la lección.—¿Dónde está?—Seguramente debe estar limpiando toda la mierda que sacó. Todavía me pregunto cómo es que una belleza como Greta se pudo fijar en algo tan desagradable, pero supongo que parte de los gustos —se encogió de hombros, sonriendo ladeado—. ¿Pasó algo interesante en mi ausencia?—¿Está vivo? —desvié el tema y enarcó una ceja.—¿Quién querría un pollo viejo? Por supuesto, su esposa. Lo dejé con vida para fastidio tuyo. No me iba a ensuciar las manos con alguien tan insignificante, pero debo admitir que me divertí bastante con él.—Muy bien, porque todos están muy seguros de que el vejestorio está con Greta. No pen
Mi día transcurrió con normalidad. Estoy empezando a acoplarme a esta nueva vida y debo decir que es mucho mejor de lo que un día pude imaginar. Soñé tanto con ser un hombre del común, que la realidad supera cualquier sueño que pude tener. Se siente tan bien llevar una vida tranquila y sin estar alerta todo el tiempo. Por fin estoy donde realmente pertenezco.Salí de mi salón en cuanto las clases finalizaron, encontrándome de camino a la sala de profesores a la nueva directora.-¿Qué tal su día, Sra. Hayes? -pregunté.-Ha sido mejor de lo que pensé. Es una universidad muy grande y tiene muchos estudiantes, pero nada que no pueda controlar -sonrió, dándome una mirada de soslayo-. Vi en tu contrato que no llevas mucho aquí.-Apenas unas semanas, pero me han adoptado muy bien.-Bueno, somos los más nuevos, espero ser tan aceptada como tú.Sonreí, y cuando pensaba responder, Greta pasó por nuestro lado dándonos un corto saludo, mientras se encontraba sumida en una conversación por su telé