Alessandro paso la noche sin poder dormir, la culpa lo golpeaba cada vez que cerraba los ojos, la había lastimado una vez más, aun así, ella creyó su absurda escusa, en la que como si fuera un adolescente había perdido un poco el control por el tiempo que estuvo sin tener sexo, era una excusa ridícula, que ni él la podía oír creíble, pero para Victoria si lo era, después de todo, ella no tenía idea de nada referente al sexo y ya su hermana Ámbar le había contado historias de sexo duro, no podía mentir, a Victoria le gustó mucho la forma casi violenta en la que Alejandro la había tomado, pero al final se asustó, a pesar de no poderlo ver, sintió en su voz el enfado, pero por más que pensara no encontraba nada que pudiera a ver arruinado tan maravilloso encuentro.Santoro no la despertó al marcharse en la mañana, le hubi
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