Amir llevo a Candy a su hogar, según el doctor Rocha todo estaba bien, siempre y cuando ella estuviera tranquila no sucedería nada. Eso era algo que Amir podía controlar, si la mujer que amaba necesitaba tranquilidad, él se la daría.— Amir.— Mmm.Este hombre corpulento se comportaba como un cachorro alrededor de la pequeña rubia, desde que regresó del hospital, ella le pidió quedarse en el sofá de la sala, y obviamente él cumplió su pedido, la recostó allí, y luego se sentó en la alfombra, colocó su cabeza al lado del vientre de Candy, donde se dejó patear por su hijo y donde la mujer que amaba le acariciaba el cabello. Esto era su propio paraíso, cuando estaba cerca de Candy, no tenía ganas de ir a trabajar, solo disfrutar de su perfume, de sus caricias, de su amor tan puro.— Deberías ir a descansar. — No te dejaré.— Si no descansas me preocupare, además Mel y Matt, ya deben estar por venir, es más, me parece raro que no lleguen aún.La joven estaba preocupada por Amir, pasó tod
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