Candy se despertó, tenía demasiada calor, mucho calor y cuando abrió sus ojos se dio cuenta que era porque Amir la está abrazando, la tenía atrapada entre sus brazos y una pierna, en un agarre que ella lo sintió especial, nunca había estado así con alguien, esa sensación de protección que solo él le hacía sentir, miro su rostro y llego a la conclusión que era muy hermoso verlo así de tranquilo, le hacía dar ganas de tocarlo, saber que su piel es suave, y la barba bien recortada que llevaba, la llenaban de curiosidad, quería pasar sus dedos por ella, pero desecho ese pensamiento, tenía hambre, por lo que decidió levantarse, tratando de no hacer movimientos bruscos. — No... No me dejes... no...Mamá.“Ahora entiendo a lo que te referías Amir, Tus fantasmas, en realidad es uno. ¿Acaso tu madre también murió?”Al ver que el rostro de Amir se volvía cada vez más triste, decidió despertarlo, él le dijo que no la golpearía, y ella le creía, Amir nunca le mintió, por lo menos hasta ahora.Con
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