Harvey no dijo nada al respecto, solo vio a Kate llorar con cierta incomodidad en el pecho. — Llévenlas a su casa, ya deben estar cansadas. — ¿Eh? ¿El hada no viene con nosotras? — Hariadne se fijó en que Harvey se quedaba atrás mientras ellas avanzaban hacia el auto. — No... No quiero, yo quiero ir con el hada- Mamá, mamá el hada- mami... — El hada no vendrá a jugar esta vez, hija... — Pero mami, quiero ir con el hada- por favor — Intentó soltarse del agarre de su mano, lloriqueando — ¡Quiero ir, mamá! — No, no puedes jugar con el hada. — Kate intentaba llevar las riendas de la conversación, pero apenas y podía mantenerse en pie mientras que su hija enérgica forcejeaba, negándose a rendirse. — Pero mam- — ¡Que no puedes quedarte, Hariadne nos vamos a casa ahora! — Kate vio con terror la expresión de susto en la carita de su hija en el momento en que le alzó la voz, cosa que nunca había hecho. — Ha-Hari... Mamá no quiso gritarte, lo siento. Ella tembló, Kate sabía que Hari se e
Leer más