Lautaro fue a trabajar al día siguiente y tenía sentimientos encontrados respecto al embarazo de Rebeca. El sabía que probablemente lo mejor para ellos sería que no hubiese vida creciendo allí, ¿Cómo criarían un hijo juntos? Apenas si se llevaban bien teniendo sexo sin compromisos y eso era todo. Luego de haber dispuesto todo con eficacia como siempre, Walter llegó a la empresa para comenzar su día laboral. Él tenía una gran sonrisa en el rostro porque el embarazo marchaba bien y esa mañana había hecho el amor con su esposa. Luego de aquellas confesiones románticas habían tenido intimidad algunas veces. -Buen día señor Hills, hoy tiene cita con...- Lautaro se veía triste o preocupado, Walter no sabía cómo describirlo -Se lo que debo hacer de memoria, ¿Que te ocurre hoy? ¿Cómo les fue ayer?- Quiso saber y el pobre secretario se sentó sin esperar que Walter se lo dijera. Necesitaba hablar con alguien que no fuera Rebeca -Rebeca está embarazada pero no se ve nada creciendo. Tal vez s
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