KaladdariusLa oscuridad se cierne sobre mí y me consume, empujándome a un rincón apartado de mi mente del que no puedo escapar. De alguna forma, todavía puedo percibir lo que ocurre a mi alrededor, pero a la vez es como si mi cuerpo no fuera mío, como si algo más lo controlase.De pronto siento una necesidad primitiva por cazar, todos mis sentidos se agudizan y mi mente se enfoca en perseguir a la presa; el problema es, que hay muchas presas que perseguir.Escucho los gritos a mi alrededor, el frenesí de perseguir a quien deseo perseguir y matar se apodera de mí. Me relamo los labios y empiezo la carrera contra alguna pobre alma de la que realmente no soy consciente. No sé quién es, no sé por qué quiero cazarla, solo sé que debo hacerlo.Mis colmillos se clavan en su garganta y destrozan la carne a su paso, empapando mi boca de sangre. Eso debería ser suficiente, pero esta noche, sin motivo aparente, solo deseo más.Fijo mi objetivo en la siguiente presa, perseguirlas se me está haci
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