El coche donde me tenían detenida, paro enfrente de la comisaría, uno de los policías abrió la puerta trasera indicando que bajara del vehículo, me cogieron del brazo y entramos en aquella comisaría, llevándome hasta una de las oficinas donde había una mujer y un hombre muy serios, me quitaron las esposas obligándome a sentarme en una de las sillas que allí había. — ¿Qué quieren de mí? yo no he hecho nada, ni soy traficante — pregunte — Queremos información, quien trata la heroína, quien la manda, y quien es el jefe de los mafiosos — me dijo el hombre — Yo no sé nada, estaba secuestrada en esa casa — le respondí — No me mienta por favor, si nos ayudas a encerrar al principal jefe, nosotros te ayudaremos — me dijo, en el mismo momento que entró en aquella oficina, otro policía entregando unos documentos — ¿Qué tengo que hacer para que me dejen en libertad? — pregunté — Alexandra Conte,--leyó el documento– divorciada de Giovani Conte otro mafioso, si nos ayuda a ser nuestra confide
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