Solamente había bastado con decir: "Cita con Damián esta noche", para que Linsey y Jennifer se volvieran locas, y me arrastrarán al centro de la ciudad en busca de un atuendo.Hemos recorrido más de 15 boutiques, y a pesar de llevar con nosotras más de 20 bolsas y cinco cajas de zapatos, que Jennifer insistió en comprarme para renovar mi armario, según ellas no hemos encontrado el vestido perfecto para esta noche.—¡Next!, ¡Next! —exclamó Jennifer.—¡Si, está horrible! —secundó Linsey.Solté otro resoplido de exasperación y empecé a caminar devuelta por la pasarela, hacia el probador.—Se los juro chicas, sino elijen algo pronto, iré con el uniforme a esa cita —amenacé y ellas soltaron risas a mis espaldas.Cierro las cortinas, bajo el cierre del vestido de color gris ajustado que llevo puesto y al quitármelo, me pongo el último que queda de la larga fila de los 11 vestidos que ya me he medido.Todavía puedo escuchar las risas de Linsey y Jennifer de fondo, termino de subir el cierre,
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