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Todos los capítulos de La Esposa Trofeo del CEO: Capítulo 31 - Capítulo 35
35 chapters
31. Amor
Aidan no se tomó bien la despedida de Nathaniel, que él lo echara le parecía inaceptable y más cuando había hecho un trato con Bianca para tener la empresa Gamma y el dinero, pero ahora Nathaniel había echado a perder sus planes. Salió hecho una furia, golpeando la puerta y maldiciendo a Nathaniel por arruinar sus planes. —Maldito seas, ¡Te voy a arruinar! -Y aunque Nathaniel lo escuchó no hizo caso porque tenía que hablar con su esposa. La había visto espiarle por el espejo de la sala, justo en el pasillo viendo la conversación que tenía con aquella víbora. Fue directo al estudio y la vio en el mueble frente a su escritorio. Se acercó sigilosamente y le puso las manos en los hombros. —¿Por ella quieres dejarme? Charlotte De Niro ¿La amas? -Bianca preguntó al sentir las manos de Nathaniel en sus hombros. No se iría con rodeos. Si él decía que sí, una vez estuviera a salvo lo dejaría en libertad. Sabía que el amor no podía forzarse. —Solo dime, por eso insististe en el divorcio ¿Cier
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32. Traiciones
—Él piensa hundirte, Carmenza. -dijo Aidan tras ir con la tía de Nathaniel. Su rechazo le sabía amargo y quería vengarse de él. Bianca le había prometido Gamma y sabía que ahora no lo tendría porque él haría hasta lo imposible para quitárselo, y legalmente, el hijo de Nathaniel, aquel bebé que su mujer llevaba en el vientre, que aunque fuera concebido con mentiras no era ningún bastardo, era el heredero legítimo y por lo tanto quien mantenía el poder absoluto era aquella mujer trofeo. Carmenza vio la cara de enojo de Aidan y encendió un cigarrillo para fumarlo. —Tu sobrino no se anda con juegos, va a arriesgarlo todo por esa m*****a mujer. Tienes que escucharme, Carmenza. Si quieres conservarlo todo tienes que…Carmenza lo miró y aplastó el cigarro encendido contra el cenicero. —Si quiero conservarlo todo -dijo interrumpiéndolo. —necesito a esa niña. Bianca lleva mi seguro de herencia en su vientre. Tengo que tenerla a ella, y si la tengo a ella, Nathaniel no tendrá nada en mi contra.
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33. Pruebas irrefutables
La mala sangre de la familia Giordano era de lo peor. Nathaniel al revisar todo lo que tenía la carpeta se sintió peor de haber dejado a Bianca a solas con aquella mujer. Ni siquiera podía ver a Carmenza como su tía y a su abuelo como parte de su familia, pues todo lo que le indicaban las pruebas era un complot para destruir a su padre. Dentro de la carpeta no solo habían documentos que indicaban como le habían quitado las cosas por las que su madre había trabajado y despojado su nombre de las escrituras que su abuela había dejado para ella. También había algunos discos guardados y al ponerlos en la computadora y reproducirlos encontró varias grabaciones, entre esas, una con su propia esposa. Escuchar a Bianca con aquel tono de desesperación y llanto le rompió el corazón y verla en la cámara de seguridad implorando casi de rodillas delante de su tía le dejaba un sabor amargo en la boca. Carmenza se había aprovechado de su vulnerabilidad. —Por favor, jamás he pedido una sola cos
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34. Trampas
Con las pruebas reunidas y armando el caso con sus abogados, fue directo a presentar la denuncia contra su tía por haber malversado los fondos de la empresa, chantajeado a su mujer y haber asesinado a sus padres. Quería llevarlo a tribunales y exigir justicia. —Según todas estas pruebas, Carmenza Giordano, mi tía, fue la culpable de todo. Su nuevo abogado veía lo que él había llevado y asintió. —Es más que suficiente para poner a la señora Giordano en la cárcel, claro que primero un tribunal debe determinar si es culpable o no, pero estas pruebas son sólidas y seguro dirán que sí.Nathaniel asintió y sonrió. —Es lo que quiero. Si ella acaba en la cárcel, Bianca se salvaría, nuestra hija se salvaría pues Carmenza no tendría derecho a ser la tutora de mi hija. Lo hago por ellas, Anthony. Y ahora que Aidan está de lado de mi tía, no tendrá escrúpulos para hacer lo que ella diga. —¿Cómo encontraste las pruebas? Nathaniel sabía que debía decirlo pues no había sido de todo legal lo
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35. El secuestro
Bianca tenía miedo.Algo le había dicho que quedarse sola aquel día era una mala idea, pero creyó que solo estaba siendo paranoica ya que estaba bajo el cuidado de Nathaniel. Se removió en la silla en donde la tenían atada y trató de mantenerse serena.No era tanta la paranoia considerando que días atrás había creído que alguien la seguía. —Al parecer le importas a tu esposo. -dijo Carmenza cuando colgó el celular y miró a la chica asustada que intentaba soltarse las muñecas de aquel amarre. —no haría eso si fuera tú.Y en cuanto le quitaron la mordaza que tenía puesta escupió la cara de uno de los cómplices de la tía de su esposo. —¡Maldita! -sollozó en cuanto Aidan le apretó las mejillas. —Vas a pagar eso.—¡Aidan, suéltala! Ella no es una chica cualquiera. -dijo Carmenza moviéndose alrededor de Bianca. El lugar donde estaban parecía una bodega completamente desordenada y la luz algo tenue. Aidan se alejó de Bianca y Carmenza puso un poco de agua en una botella para luego acercarse.
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