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EXTRA. ¡Nadie se ha desmayado aquí!
—¡No me voy a desmayar! ¡No me voy a desmayar!El sopapo en la nuca hizo que Leo se despabilara, y Gianni lo zarandeó por las solapas de la chaqueta mientras Angélica gritaba de dolor, y los médicos la animaban para que aquella bebé terminara de salir.—¡Tú no te vas a desmayar! ¡Yo no me voy a desmayar! ¡Nadie se va a desmayar aquí! —le dijo con vehemencia hasta que escuchó aquellos chillidos estridentes de su hermanita.Los dos se giraron para ver a la bebé recién nacida, y los enfermeros detrás de ellos hicieron espacio aguantando la risa mientras los veían caer.—¡No, nadie se ha desmayado aquí! —dijo uno de los médicos, y a pesar de todo Angélica tuvo que reírse por el par de inconscientes, —literalmente—, que habían quedado en su salita de parto.—Es una niña preciosa y está muy sanita —dijo la neonatóloga poniéndola en sus brazos, y Angélica sintió que se derretía al ver la carita de su pequeña bebé.Eso sí, chillaba que daba gusto, a tal punto que pocos segundos después, tanto
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EXTRA. De bodas y sorpresas
Tres meses después del nacimiento de su hija, Angélica y Leo estaban ocupados preparándose para el segundo día más importante de sus vidas: su boda. Habían decidido celebrarla en el “Bella Ragazza”, porque finalmente aquel era el hotel que había logrado reunirlos y era un lugar al que tenían especial cariño.Además, querían compartir ese momento mágico con sus amigos, familiares y colegas. La noticia de la boda había sido recibida con alegría y entusiasmo por todos, y la expectativa estaba en su punto máximo.El gran día finalmente llegó, y el hotel estaba decorado de manera espectacular. Las flores adornaban cada rincón, y una alfombra blanca conducía al altar improvisado en uno de los amplios jardines, donde los novios iban a darse el “sí”. El clima estaba perfecto, y todo parecía estar alineándose para que fuera un día inolvidable.Angélica se encontraba en la habitación presidencial del hotel, rodeada de sus damas de honor, mientras Leo esperaba nerviosamente en el altar. Su pequ
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EXTRA. Un año de amor y de sorpresas
Un añito, la princesa de la casa estaba cumpliendo un añito ese día, y por supuesto que la celebración no podía hacerse esperar.Leo y Angélica estaban más que emocionados y habían preparado una hermosa fiesta en medio del jardín. Todos sus amigos estaban invitados y Gianni era el centro de atención porque a aquella hora tocaba a Mozart en versión infantil ¡porque primero muerto de enseñarle a su hermana "Los pollitos dicen pío pío pío" antes que a uno de los grandes!Todos los niños estaban empezando a llegar y, junto con sus padres, iban divirtiéndose en los juegos que había en el jardín. Leo dejó atrás la algarabía y se fue a buscar a su flamante esposa por toda la casa. Entró sigilosamente a la cocina, donde ella estaba, y la sorprendió levantándola por la cintura para darle un coqueto beso en el cuello.—¡Uy uy uy, alguien quiere sexo desenfrenado esta noche! —sonrió Angélica, y Leo puso una cara de sorprendido que nadie se tragaba.—¿Puedes decir eso solo por un besito?—Pues cl
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EXTRA. Preparados
El quinto aniversario de bodas de Leo y Angélica era una fecha que merecía ser celebrada de manera especial. Leo, siempre atento a los detalles, había planeado una sorpresa única para su amada esposa, así que después de desayunar en su restaurante favorito, Leo la levantó en sus brazos con un gesto coqueto y la miró con un brillo especial en los ojos.—¡Feliz aniversario, ángel! —dijo él con una sonrisa radiante—. ¡Ahora, con tu permiso, te voy a secuestrar!Angélica se dejó llevar sin protestar, aunque un poco preocupada sí estaba porque sobra decir que a veces su esposo se ponía demasiado ocurrente; pero muy pronto llegaron al aeropuerto y Angélica descubrió que ya tenían un vuelo privado esperando por ellos. Sus ojos se iluminaron al instante porque sabía lo que aquello significaba.—¿Nos vamos de vacaciones solos? —preguntó con asombro.—¡Sí, nos vamos a Viena! Gianni tiene un concierto allí dentro de dos noches, va a hacer su debut acompañado de la mejor filarmónica del mundo, y
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