Podría ser injusto, no ser visto de la misma forma, pero para Sara ese instante solo se repitió que debía salir de esa casa. Le envió un mensaje a su amiga y Keyla al leer lo que decía, supo que la necesitaba. No le fallaría, no podía verla mal, por lo que aún llena de dudas la ayudó a prepararse y a medio día abandonó lo casa. Leonardo solo vio como Sara subió al auto, enviando a su gente con ella, porque sabía que necesitaba un tiempo sola, pero tampoco sería tan imbécil de dejarla partir sin ningún tipo de seguro de que se mantendría con bien.Quiso consolarla, solo que Sara no lo quería cerca y respetaba esa decisión. Despues de todo, no la convertiría en su prisionera. Si lo que quería era un tiempo sola, se lo daría, pero a su modo. Todos sus hombres recibieron la orden de cuidarla y estar pendientes de ella, desde la distancia o cerca, como mejor cómoda de sintiera ella, pero siempre con varios ojos siguiendo sus pasos. __ ¿Hijo, que pasó? - quiso saber Luisa. - Vi que Sara
Leer más