__ ¿Quien es? - se apresuró a preguntar el coronel Santorini. - ¿Quien...Un cabezazo repentino lo aturdió. El tener las manos metidas entre las del tipo, le dió a Sara la posibilidad de lanzarse hacia abajo en un rápido movimiento, se impulsó y no tuvo tiempo para ver qué pasaba hasta que era él quien estaba contra la mesa y su brazo torcido en su espalda __ ¿En serio creíste que sería tan ingenua de venir sola a una reunión con alguien que me entregó una vez? - se burló la chica de él. - Dijeron que eras más fuerte. Creo que mintieron. __ Hija de...__ ¡Sara, la mató! - gritó Victoria con el rostro mojado por todas las lágrimas que bajaron unas tras otras de su rostro. __ La mataste tú. - le hizo ver ella. - Tu Trajiste a esta gente. - un tiro más, un hombre muerto. El coronel la empujó, pero fue Sara quien lo soltó. - Trajiste a este tipo a tu casa y murió por tí. __ ¡Mentira! - se exaltó furiosa. Levantándose para ir por quien creyó era la culpable de todo. - ¡Vienen por tí!
Una sensación que Sara no pudo comprender recayó sobre ella cuando se vio abrazadno a su hijo. El golpe en su frente ya no tenía importancia, mientras Leonardo la limpiaba con gentileza, él lo notó y por ello dejó los algodones a un lado para detallar su rostro. __ No sé que siento. - admitió la chica cuando le preguntó el motivo. - Tengo algo...no sabría describirlo, Leo. Pero hoy vi mucho...Mi ma...Eva murió, Emily mi verdadera madre también. - suspiró, en lugar de percibir alivio solo fue extraño. - Me quedé sola.__ No estás sola. - señaló un poco ofendido por no ser considerado.__ Eso lo sé. Pero me refiero a qué todo pasó tan rápido, no pude ni asimilar algunas cosas, un cambio de padres, saber que mi hermana siempre me odió. - dijo colocando la barbilla en la espalda de su hijo. - No soy de piedra. De alguna forma, duele. __ Sería extraño que no te duela. - mencionó Leonardo. - Es inevitable que lo sientas. Es mucha información para muy poco tiempo, pero eso no lo puedo reso
Francamente nadie lo esperaba ni estaban dichosos con la visita, pero tampoco podía lanzarse a pelear solo por la presencia de aquel hombre que escaneó a todos con una sola mirada. La confianza que se tenía al presentarse frente a un clan con el cinco por ciento de hombres que de seguro lo estaban apuntando, era muy atrevida.Pero no era estupidez, en verdad sabía que si moría, no se iría con las manos vacías. Las miradas de todos los Crown se dirigieron unos a otros, salvo la de Leonardo, quien no dejó de reparar el aspecto del ruso que hizo lo mismo. __ Korol, no recuerdo haberte hecho una invitación. - dijo Leonardo al ver al hombre que avanzó a él. __ Ya deberías saber que no soy de esperar invitaciones. - declaró el ruso. Llegó frente a él. - Tu manejas un clan, yo manejo una organización.__ Mi clan no busca alianzas. No las necesita. - dejó claro. __ Un concejo disuelto, descontrol en tus límites, entradas a tu territorio sin autorización, dicen lo contrario. - alegó con es
Akari Osamu se movió de su asiento tomando el fólder que Leonardo pidió, su asistente quiso tomarlo por él, pero esta la ignoró completamente pasando a su lado para dárselo ella misma.__ Aquí tiene, señor Crown. - le habló. A Leonardo no le interesaba quien le llevara las cosas, pero se dió cuenta y con una rápida mirada mostró su descontento porque las obligaciones de otros fueran relevadas como si su demanda no debería ser acatada. Lo recibió y lo dejó a un lado, viendo el que ya tenía en las manos. Un idiota no era para no darse cuenta de las cosas, pero era un negocio importante, prefirió enfocarse en eso. Las pautas de este iban muy bien detallados, era lo que debía revisar para saber si no era tan arriesgado aliarse con una compañía como la que Akari Osamu, al menos la verdadera representaba. __ Como puede ver en las gráficas, las ventas han mejorado desde la entrada del señor Park. - exclamó Akari. - Si usted lo quiere, puede reunirse con él en un sitio mucho más privado, e
Liberar siempre pareció una buena idea para Geovanny, una que tal vez en esa ocasión no le fuera posible. Deseó dejar de verla, pero Sara estaba despampanante esa noche, más hermosa de lo habitual y él no era un ciego para no darse cuenta.Sabía que era la esposa del hermano de Adrián o Joan como él le decía, ya que cuando lo encontraron fue lo único que repitió y creyeron que así se llamaba. Este estaba siendo reconocido por su familia como ese pequeño al que perdieron y de algún modo, Geovanny se sintió desplazado. Ahora pasaba más tiempo con Leonardo o Joseph, algo que no le gustaba, pero lo soportaba porque sabía que era por él bienestar de Adrián. Total, autodefensa no podía enseñarle.__ ¿Ocurre algo? - consultó Adrián al verlo tan apartado. __ ¿Te la estás pasando bien? - cambió de tema, si apartar los ojos de Sara, la cual sonreía con Keyla y sus ocurrencias al ver a Joseph conversar con algunas modelos de su madre. Sabía que enojaba a Keyla con eso y si de provocar al otro
Para Leonardo la prioridad era sacar a su familia de ese lugar, por lo cual con ayuda de Joseph y Aarón se apresuró a ellos. La multitud comenzó a correr de un lado a otro descontrolados en una estampida que dejó a muchos en el suelo a los cuales pisaban unos tras otros al verse acorralados por aquellos hombres armados los cuales iban formando una especie de escudo alrededor de todo el salón que iba dirigido únicamente para encerrar a los Crown. Por más que quisieron conservar la calma no se pudo están en peligro mortal un riesgo tan letal del que debían huir moverse a cualquier sitio antes de que ese escudo se redujera aún más de lo que se estaba haciendo. Quizá para Leonardo estando solo eso no voy a representado problema pero que no era Sara a su hijo y a todos los que le importaban ahí mismo le quitó varias opciones que pudo haber considerado los hizo a un lado corrió y se quitó de encima el grupo que intentó llegar a su hijo. Todos sabían que al tomar al niño le quitarían la op
Abel Emmons llenó su vaso de licor, atento al llamado que tanto esperaba tener. Miró las pastillas en su mano y decidió que no le importaba menos si se ponía o no tomar con alcohol, las tragó y luego se bebió el vodka que tenía en su vaso. Inhaló fuertemente, un aire tan fiero que sus pulmones se sintieron congelarse. Esta vez no podía fallar. Estaba harto de oír solo excusas, vio a su hermano llegando a ese sitio y pasó el último licor. Ya sabía lo que diría, por ello solo se sentó como pudo en el mueble, acomodó su rodilla y esperó pacientemente.__ ¿Me puedes decir que demonios estás haciendo? - lanzó el teléfono pues ya había sido informado del desastre que en Manhattan se estaba dando. Las noticias no hacían más que hablar de eso y a él no le tomo más que cinco minutos averiguar qué había sido su hermano quien envió a la mitad de todos sus hombres para atacar a muchos inocentes y a la familia Crown en grupo. Abel no dijo nada.__ ¿Sabes que estás haciendo al menos? Es una g
Aarón no podía estar tranquilo, se movió de un lugar a otro en la sala de aquella magnífica mansión que su hijo tenía, ni él la conocía y de no ser por el momento, querría saber detalles, pero no ese instante. Lo único que deseaba era verlos llegar, odió la incertidumbre que tenía en cada molécula de su cuerpo. Sus hijos mayores aún no se comunicaban con él y si él estaba desolado, Luisa no sentía un poco de paz, Adrián se mantenía en silencio pensando en que la vida no podía ser tan egoísta de darle solo a conocer a sus hermanos y luego arrebatarlos. Braulio por su lado trataba de calmar a Keyla, quien no quería alterar más a Sara con sus temores por lo que solo apretó sus piernas, solo que el temblor en estas hicieron notar su terror. La asistente tenía un ligero temblor en sus piernas, pues conocía a Leonardo durante años y jamás pensó siquiera que fuera capaz de...de solo recordar la forma en que asesinó a quien veía la hizo pasar más agua. ¿Con quienes se había metido? ¿La ma