64. Bomba sexy
La última semana el parque había permanecido en una calma sospechosa. Y aprovechándose de eso, tal como habían planeado, Ben dio una rueda de prensa e incluso se reunió con los padres del joven que interpusieron la demanda, asegurando que llegaría al fondo del asunto. Sin embargo, lo que si no había estado en calma era su vida con el CEO, pero en el buen sentido de la palabra. Vivir con Ben era algo totalmente nuevo y que la mantenía con una sonrisa tonta todo el tiempo, justo como en ese momento, mientras la boca de Ben capturaba la suya nada más entrar a la casa y sus manos se iban directo a sus muslos para tomarla en peso. —He estado esperando todo el día para poder hacerte mía, princesa. Aurora no conseguía acostumbrarse a las palabras coquetas, ni los cuidados que Ben tenía con ella, era como si el ogro que había conocido hace ya más de un mes se hubiese… domesticado. Porque no podía mentir y decir que el hombre había cambiado por completo su carácter, pues los empleados del p
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