Muchas cosas habían cambiado con Scarlett y Marcus. Dónde antes había orden y limpieza, solo había caos, polvo, desorden pero los dos estaban felices con eso. -Quisiera mudarme, no puedo creer que te niegues a contratar a alguien- Se quejó viendo como su esposo tenía hasta el cabello blanco debido al polvo -Puedo hacerlo yo, ¿No ves lo lindo que me está quedando?- El miró orgulloso todo lo que había hecho y su esposa sentía ganas hasta de darle un martillazo para ver si así se le acomodaban sus sentidos-¿Lindo? ¿Dónde está lo lindo?- Aquello no se parecía a todo lo que habían planeado, no era ni remotamente parecido Marcus trabajó en construcción antes de su matrimonio, por lo que sabía que tenía un arduo trabajo por delante, pero eventualmente los resultados se verían después. -Tienes que tener paciencia. El cuarto de nuestro hijo será hermoso- El se veía convencido, mientras que ella creía que su pequeño tendría una cuna en su cuarto porque su padre solo destrozaría el lugar H
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