Inicio / Romántica / La chef curvy del CEO / Capítulo 41 - Capítulo 50
Todos los capítulos de La chef curvy del CEO: Capítulo 41 - Capítulo 50
112 chapters
XLI. Enredos y mentiras
En realidad, las lesiones de ambos no eran tan serias como parecían en un inicio.Terminaron con órdenes de hacer reposo y algunos medicamentos recetados.Los paramédicos hicieron su trabajo y los de seguridad le aplicaron una costosa multa, por traspasar los límites indicados.Con todo y lo que Oliver dijo que las señalizaciones habían caído con la lluvia y que él cruzó por una situación de emergencia, le respondieron tajantes, que para eso daban los mapas con los límites marcados y los profesionales.Oliver iba a pagar la multa por Valerie y por él, pero Matt, un poco pesadito, insistió en pagar la parte de la chef, que ya estaba descansando en su habitación.Oliver sentía que de desde el día que le confesó a Matt que se habían enamorado de la misma mujer, habían cambiado un poco su manera de tratarse. Era inevitable, ahora podrían ser considerados rivales de amor.Al parecer su relación con la chef, le iba a costar sus dos “mejores” amistades, nada que él pudiese arreglar, no le po
Leer más
XLII. ¿Matt se retira de la competencia?
Oliver había invitado también a su socio a las vacaciones, más que todo para que se hiciera cargo de su hija. Pero Jacob se había negado por el trabajo, sin embargo, cambió de repente su decisión porque le preocupaba que Elizabeth hiciera de las suyas y fue a darles una sorpresa, con su esposa.Pero nunca, ni en un millón de años, se imaginó escuchar esa confesión tan maliciosa salir de los labios de su hija.- Papá, mamá, yo no… - comenzó a intentar explicarse- ¿Tú fuiste la culpable de la destrucción de mi restaurante? - le preguntó Valerie con incredulidad, agarrándola fuertemente por el brazo y haciéndola enfrentarse a ella – Y seguramente también planificaste lo de las personas intoxicadas, para hundir mi negocio.- ¿Y qué, si fui yo? – le respondió Elizabeth desafiante, si ya se había quitado la máscara y todos lo sabían, que sentido tenía seguir fingiendo- Tú me quitaste a mi hombre, eso es algo que tu sucio negocio no hubiese podido pagar jamás, ni así lo hubiese quemado hast
Leer más
XLIII. Confesión a lo grande
- Vale, por favor solo dame unos minutos- le dijo Oliver, aprovechando que la chef estaba sola en el poco iluminado estacionamiento.Desde esta tarde se había encerrado en su cuarto y solo había visto a Matt. Oliver sintió la punzada de los celos, pero decidió no seguir por ese camino porque solo agregaría más sentimientos negativos a su vida.Valerie se estremeció al escuchar su voz a su espalda. Tenía la esperanza de poderse ir sin tener que enfrentarlo.Parece que cuando el magnate estaba involucrado en el asunto, ella pasaba de ser una mujer valiente, a una total cobarde, que huía siempre del dolor.- Oliver- le respondió suspirando y girándose para enfrentarlo.Oliver estaba cerca de ella, debajo de la bombilla de luz amarilla del estacionamiento.Vestía un atuendo informal como los que llevaba todos estos días y Valerie aún recordaba demasiado bien, el tonificado cuerpo que estaba debajo y lo bien que se sentía cuando este hombre la tocaba.Era imposible olvidarlo, si cada vez q
Leer más
XLIV. Traición familiar
La chef no era la única que estaba mirando la entrevista.Matt no podía creer que Oliver hubiese hecho ese movimiento tan atrevido.Matthew no era tonto, él la veía entretenida todos los días, mirando su teléfono o perdida en sus pensamientos, que estaba seguro todos tenían que ver con Oliver Lee.Al parecer, aunque le dolía, parecía que esta vez estaría del lado perdedor.No podía obligar a Valerie a amarlo y Oliver estaba jugando demasiado bien sus cartas.Apagó el televisor suspirando y se fue a su gimnasio a hacer ejercicios para desocupar la mente.Después de la apasionante declaración de Oliver, donde básicamente todos sus conocidos y familia se enteraron de que ella, cruelmente, rechazaba al magnate y no aceptaba su amor, Valerie pensó que no podía seguir así.Quería huir de su amor por el magnate para no sufrir más, porque el mundo en el que se movía Oliver, no tenía nada que ver con ella, pero mientras más intentaba convencerse, más sentía que su orgullo y testarudez, eran la
Leer más
XLV. Tienes nuestra bendición
- Srta. Elizabeth, discúlpeme que moleste su descanso, pero necesito hablarle, por favor- le suplicó la mujer y por su voz parece que estaba llorando.- Dime lo que sea que quieras hablar, no puedo salir de mi casa, porque no sé si sabes que Oliver descubrió todos tus fracasos, tan poca cosa que tenías que hacer y lo echaste a perder, y así te dices ser una secretaria estrella- le dijo con burla, como si todas las cosas que hubiese hecho la mujer, no hubiesen sido planificadas por ella misma.- ¡Señorita, el Sr. Oliver me echó de la empresa delante de todos, me humilló, me acusó de ser una espía empresarial y me va a demandar por una gran cantidad de dinero que yo no tengo, solo soy una simple secretaria! - se quebró finalmente llorando a moco tendido, angustiada y con temores persistentes – Además, nunca voy a poder trabajar en ninguna empresa, con la mala recomendación que pondrán en mi expediente, será casi imposible conseguir un trabajo decente…- ¿Y entonces para qué me llamas? -
Leer más
XLVI. Un accidente inesperado
- ¿Oliver, a dónde vamos, por qué tanto misterio? - le preguntó Valerie por milésima vez con curiosidad. Tenía los ojos vendados en el asiento de copiloto del auto de Oliver, que iba manejando. La había sacado de su casa, después de la cena, diciéndole que quería darle su regalo a solas. No sabía que se traía entre manos, pero estaba con muchas expectativas, ¿por qué tenía que taparle los ojos? - Pronto lo sabrás- le susurró al oído, acercándose para quitarle el cinturón de seguridad. Valerie se estremeció al sentirlo tan cerca. Con la visión fuera, los otros sentidos se maximizaban y que Oliver le estuviese hablando al oído con esa voz ronca y sexy, no ayudaba mucho. Oliver sonrió con suficiencia al ver las reacciones inconscientes de Valerie. Se bajó del auto, dio la vuelta y la ayudó a salir. Caminaron unos pasos por la acera y luego se detuvieron. Oliver la abrazó descaradamente por detrás y le quitó la venda de los ojos. - ¡Feliz cumpleaños a la mujer más maravillosa y he
Leer más
XLVII. Mi "querida" suegra
Oliver estaba demasiado feliz, con el corazón latiendo en su pecho desesperadamente, al fin se iba a casar con Valerie, la mujer de su vida.Superar tantas vueltas del destino, para llegar a este momento feliz.Miró a los invitados en las sillas forradas de blanco que le devolvían la mirada, deseándole las mejores bendiciones, incluso sus padres habían venido.Estaban en un jardín, con el césped verde y saludable, lleno de arcos con hermosas flores que dejaban su aroma a lirios en el aire, así olía su Vale, que ahora lo esperaba, parada frente a él con un magnífico vestido de novia blanco.- El novio puede besar a la novia- anunció el cura y Oliver tomo suavemente el velo para descubrir a su querida esposa y darle el beso que sellaría su compromiso matrimonial.Oliver se quedó con la mano que agarraba el velo congelada en el aire, todo el ambiente de alegría y amor, se borró de repente.- ¿Por qué estás aquí, por qué eres tú? - le preguntó a Elizabeth con una mezcla de incredulidad y
Leer más
XLVIII. No te quiero en mi vida
“… eres como una maldita cucaracha de la que no me puedo librar, ni aunque la aplaste mil veces, qué pesada eres, no entiendes cuando se te dice que no se te necesita, que ya mi hijo tiene una enfermera especializada que lo cuida”.“… Si necesitas un empleo, te puedes ir buscando otro, porque no te pienso pagar por hacerte la cuidadora de Oliver …”“Sra. no me falte más al respeto, sabe perfectamente que no cuido a Oliver por dinero”“A claro, el discurso del amor, yo conozco a las de tu clase, solo eres una trepadora, arribista y mi hijo es tan tonto que cambia a una chica de buena clase y de posición como Elizabeth, por una encantadora de hombre como tú. No creas que no sé que ya estabas envolviendo a otro magnate millonario”Escuchaba, como a lo lejos, voces, que se fueron haciendo más clara a cada momento.Era la voz de su madre hablando con alguien… con alguien conocido…alguien muy importante para él.- Valerie…- susurró Oliver, pero en la acalorada discusión nadie lo escuchaba.
Leer más
XLIX. Si, acepto
Sin la intervención de la madre de Oliver, ya todo el ambiente se respiraba con menos gases venenosos.Valerie se seguía haciendo cargo del magnate, a pesar de que Oliver siempre tenía que estarla casi que obligando, para que regresara a casa a descansar.Los padres de la chef, también los apoyaban demasiado, e incluso el padre de Valerie, iba con su juego de ajedrez a entretener a Oliver, decía que esa mente tenía que volverse a ejercitar.En realidad, no era como si Oliver estuviese muy aburrido, en cuanto pudo, comenzó poco a poco a interesarse por las cosas pendientes en sus negocios.Afortunadamente, tenía buenos socios y un secretario muy capaz. Tendría que duplicarle el sueldo a ese pobre hombre, que había asumido tanto, en este tiempo.El problema más grande a resolver era su ex socio Jacob. Antes del accidente, ya Oliver había dado los primeros pasos para disolver su cooperación, pero ante su coma repentino, Jacob aprovechó para presionar a la empresa de Oliver y sacar una m
Leer más
L. ¿Dónde está mi chef?
Oliver estaba sentado en la cama trabajando cuando le llegó un mensaje al correo electrónico de una fuente desconocida.Ya había pasado el tiempo y le habían quitado el yeso de la pierna.Estaba en el proceso tedioso de la rehabilitación, aunque desde el inicio, siempre venía un fisioterapeuta a la casa a ayudarlo a ejercitar sus músculos.Ya quería ponerse bien, porque tenía una boda que planificar y una esposa a la cual atender.No le hacía caso a cualquier correo, porque en ocasiones era spam o personas que de alguna manera habían logrado averiguar su dirección de email y le mandaba solicitudes de negocios, pero esta vez por alguna razón hizo clic y se asombró un poco del contenido.Era de su antigua secretaria, la que aún estaba siendo buscada por la policía, por varios delitos, como provocar de manera indirecta su accidente que casi resulta en muerte y su huida del sitio del incidente.Le proponía un trato, diciendo que tenía información muy importante que darle a cambio de que,
Leer más