Maximiliano no entendía por qué una noche que iba a disfrutar con su esposa tenía que terminar de esa forma.Apenas llegaron a casa tuvo que meterse en la ducha para evitar la mirada de Delilah, quería decirle la verdad, pero no sabía cómo afrontar un tema tan delicado.Su matrimonio era muy frágil aún, ella todavía no confiaba en él, lo sabía. La había tratado tan mal y despreciado tanto que eso no se sanaba de la noche a la mañana.Eran felices, mucho, pero todo parecía ponerse en contra.Desde la llegada de sus familiares a su casa, sobre todo sus primas, su esposa se había retraído mucho más.Le pidió a su madre que mejor celebraran la cena de Navidad en su casa y se los llevara allí por el tiempo que decidieran quedarse, pero su madre no quería ni oír hablar de eso porque cada rincón de su casa le recordaba a su padre.Si no fuera por eso, todo lo demás era perfecto entre ellos, hasta las discusiones le gustaban.Era consciente y sabía que iba por buen camino para ganarse la conf
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