Aisha lo miró con frialdad, su corazón estaba herido pero su determinación estaba intacta.— Ya es demasiado tarde para disculpas, Aryeh. No quiero saber nada de ti.En ese momento, Aryeh decidió jugárselo todo. Se acercó a Aisha y la besó con desesperación. Fue un beso cargado de emociones y arrepentimiento, pero para Aisha, no cambió nada.Justo en ese momento, Alejandro apareció en la escena. Había seguido a Aisha desde lejos, lleno de remordimiento por haberla dejado así abandonada, él decidió que era hora de tomar una decisión, así que llamó a su asistente personal y le dio instrucciones de cerrar el trato. Pero ahora veía a su esposa desde la distancia besarse con otro hombre, su corazón se apretaba en su pecho de una manera dolorosa.— ¿Qué he hecho? — él susurró para sí mismo — así que ella me quería hablar de esto, que tonto que fui.Alejandro se fue a la casa, él no podía soportar la culpa que sentía. Ignorando las advertencias de su nana, se dirigió a un bar y comenzó a beb
Leer más