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Todos los capítulos de La debilidad de Santori: Capítulo 141 - Capítulo 150
154 chapters
140. Sueños
Martha¿Has despertado alguna vez por el olor del café o por el olor a lluvia?Así me desperté, por el olor a pasto verde recién cortado y cuando me senté no me vi en el apartamento, me vi en un lugar que había visto una sola vez, hace unos meses cuando llegué a Italia.Me habían llevado a una linda cabaña y me encontraba afuera de esa cabaña, los pájaros cantaban, los árboles hacían su propio ruido con las hojas al chocar unas con otras por el viento, se sentía con paz y tranquilidad.«¿Me trajeron de nuevo Italia?» fue lo primero que pensé, pero no veía nadie a quién pudiera preguntarle.Me levanté con cuidado, cuándo veo hacia abajo tenía un lindo vestido blanco que no reconocía, me miré extrañada, era suelto y muy bonito me sentía cómoda con él, también noté que no tenía mi barriga de embarazada.«Es un sueño»Jamás había tenido un sueño donde todo se viera y se sintiera real, tan real, estaba descalza por lo que podía sentir la grama entre mis dedos y la planta de mis pies, a lo
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141. Mi conciencia
GioNo sé muy bien donde estoy, solo sé que mi conciencia va y viene cada cierto tiempo, siento algo fresco en mi frente y muchos escalofríos en el cuerpo.No sé bien cuanto tiempo pasa solo sé que mi cuerpo necesita descansar y me vuelvo a desvanecerse en la inconsciencia.Tal vez han pasado unos segundos, un día o dos, tal vez sea una semana, sólo sé que necesito descansar, así que vuelvo a dormir. Pasan tal vez un par horas más, la verdad es que no tengo bien la noción del tiempo pudieron haber pasado años o minutos en los que sigo aquí, en este lugar incómodo.Tengo sueños extraños con una linda muchacha de ojos grises y dos niños pequeños, pero no sé muy bien de qué trata. Solo sé que los puedo ver de lejos y luego me piden regresar.Creo que necesito tiempo para pensar, mi mente está la mayoría de las veces en blanco, ni siquiera sé dónde estoy, como voy a regresar a un lugar que no sé dónde queda.Hoy soy más consciente de mi cuerpo, puedo sentir un poco más mi entorno, me pare
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142. Buscando
MarthaUna semana.Llevo una semana buscando a Gio y no lo consigo.¿Dónde diablos está metido?La policía no lo tiene, en los hospitales ni morgue. Todos siempre me dicen que ya murió, que deje de buscarlo. Pero no es así, no hasta verlo sin una gota de vida en su cuerpo.Y por si fuera poco los sueños aún los tengo, aunque esta vez son diferentes ya no hablamos, siempre está lejos y cada vez que intentó acercarme él se aleja, solo puedo gritar su nombre, gritar y gritar hasta quedarme sin voz.Me he vuelto una masa de nervios llorando por toda la casa, mi estado no me ayuda mucho y me siento a veces sin ánimos de levantarme de la cama.La búsqueda de Gio sigue, pero como no era su esposa no me daban información sobre él, la Nonna puso una denuncia oficial por su desaparición, siempre que podía la acompañaba, al parecer el peligro había pasado, pero la policía quería saber toda la información que no teníamos, así que dijimos que nosotras estábamos de viaje y cuando regresamos nos ent
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143. Si alguien puede traerlo es ella
NonnaSé que estaba apoyando a Martha en todo, pero a veces creo que es una búsqueda inútil; tal vez murió por la fuerza de la explosión.Aunque es verdad de que debería haber restos y es por eso que seguimos con esta búsqueda incansable, puede sonar algo contradictorio, pero ahora no podemos dar nada por sentado.Después de una semana no ha cesado nuestra empeño en encontrarlo, es por eso que tengo la fé de que lo vamos a encontrar.Si alguien puede traerlo a casa de nuevo, esa es Martha.—Nonna— llega Manuel a mi lado.—Dime hijo ¿qué necesitas? —pregunté viendo los reportes policiales que me dio el mismísimo comisionado de la policía para buscar a Gio.—Todo está listo, solo falta empezar de nuevo a entregar los nuevos lotes de las hojas con la cara impresa del señor— me informa.—Tenemos que averiguar si alguien los ha visto— golpeé mi pluma de plata en los papeles en repetidas ocasiones.—¿Usted cree que funcione? —me pregunta con verdadera curiosidad.Dejé lo que estaba haciend
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144. Estaremos bien
MarthaAl final la Nonna cocino unos canelones que estaban divinos, Diego ayudó a la Nonna a cocinar y nos acompañó en la mesa, conoció a la recién llegada y por supuesto también ayudó a la Nonna a cocinar.estamos todos sentados en la mesa charlando animadamente, tanto que se nos pasó el rato y se hizo muy de noche.—Yo creo que es mejor que no te vayas hoy o que por lo menos Manuel te acompañe —ofrece la Nonna.—No se preocupen por eso— nos sonríe ella aún sentada— llegaré bien.—No está bien que te vayas sola— opine acariciando mi gran estómago.—Martha tiene razón, no es lo ideal— añade Isolda, pero Jessie no quería incomodar.—No deberías andar sola por el bosque— le advierte la Nonna.—En serio, estoy bien —sonríe algo avergonzada.—Pero irte sola no me gusta, no estoy cómoda muchacha —se lamenta la Nonna —. No deberíamos dejarte de ir así, pero si tú quieres irte está bien. Solo deja que Manuel te acompañe o si te sientes más cómoda Isolda— señala la Nonna.—Podemos acompañarla
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145. Dándome fuerzas
MarthaTenía al menos dos días en esta nueva casa y me sentía incómoda, aquí no había recuerdos de Gio y eso me entristece enormemente, sin embargo, tomé valor y me terminé de mudar.Necesito intentarlo, comprobé que la ciudad tenía todo empapelada con la cara de Georgino y Filippo y era lo más importante para mí, que si le veían por allí nos ayudarán a decirles que está escapando de un fantasma, tenía que saber que podía volver a mí, esa tarde me encontraba extrañamente inquieta cuando mi celular sonó, eran un número local y eso me extraño.—Buenas ¿quién habla? —Mire, extrañada el aparato un momento.—Stiamo parlando dell'ospedale San Miguel, sei Monique Castelló? —Preguntan del otro lado de la línea.*Estamos hablando del hospital San Miguel, ¿es usted Mónica Castello?—Sì, sono io che parlo, e tu cosa vuoi? — Indague, pensé en la Nonna, pero me hubiera llamado Manuel.*Si, soy yo—Sono l'infermiera responsabile della salute di Gio Santori e Filippo Mancini— me informan ma de maner
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146. Diagnóstico
Gio A la mujer embarazada se le doblaron las rodillas, cuando estaba a punto de caer el chico que venía detrás ellas la toma en sus brazos como si fuera una pluma y eso no me gustó. La señora de tercera edad asustada se acercó a ella y le tomó el pulso se veía bastante desmadejada, yo la verdad que todavía no sabía que hacer o como procesar todo esto, sé lo que me dijo Filippo, pero no sé qué hacer, me acerqué a ella por instinto. Sus ojos grises me vieron dolidos por no recordarla, no la culpo por eso. —Es mejor que la llevemos a una habitación —sugiere quien la atrapó y ahora la tiene entre sus brazos y me gustó menos que antes. —¡No, no! —la verdad es que no sé de dónde salió ese negativa ¿qué dije? —Sólo quiero saber cuándo despierta— todos me miraron extrañados —no me miren así, es por mí que está así. Y solo quiero saber cuándo despierte y que está bien. Rápidamente la Nonna salió a pedir una cama extra para la habitación, está era bastante grande y nos podíamos apañar los
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147. ¿Tienes sueño?
MarthaPodía oír gente murmurando acerca de mí, pero me sentía cómoda estando dormida, descansando lo que en semanas no he hecho, desde que Gio me sacó de la villa arrastras hace un mes y todo por esa persecución que le montaron a Gio no he estado bien.A costa de que pueda parecer egoísta, no me parece nada justo que tengamos que pagar nosotros una pérdida de memoria, al menos volvió, él me prometió volver y cumplió, pero no recuerda esa promesa.No sé si podamos volver a construir nuestros recuerdos, va a ser duro de hacer, será una de las cosas más difíciles que tenga que hacer, pero qué haré encantada. Porque es él.No sólo es la memoria o que no me recuerde, es mucho más que eso lo que me afecta. Todo este tiempo he trabajado mi confianza con él, es más que ese hombre despiadado del que todos hablan, es un gran hombre por mucho que él quiera decir que no lo es, que lo vean cruel o que sea frío; así lo verán muchos, yo no solo le veo esa faceta nada más tiene muchas más y espero p
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148. ¡Al fin llegas!
GioMe gustaba conversar con Martha, me gustaba que fuera totalmente diferente a lo que pensé que sería, tan poco es que sé qué tipo de mujer me gusta, ella es tímida, pero es inteligente, no teme preguntar ni responder ninguna de mis preguntas.Se quedó dormida luego de batallar contra el sueño, se quedó durmiendo en mi pecho y como un completo acosador me quedo observándola el resto de la madrugada, oliendo su fragancia afrutada.A la Nonna la había convencido para que se fuera a casa antes de que Filippo despertara, le dije que yo cuidaría de Martha o Monique cómo le dicen en el hospital. Según me dijo la Nonna yo mismo le mandé a hacer esa identidad, Martha Winkeljohann ya no existe. Es por eso que tuve que crear todo en identidad, al parecer no solo le hice papeles como permiso de conducir si no también título, partida de nacimiento, historial médico y muchas otras cosas más.La enfermera que me estuvo manoseando en un buen rato mientras me revisaba no le dije nada, no me importa
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149. Pies hinchados
MarthaNos dieron el alta al mismo tiempo y nos fuimos directo a la nueva casa, la Nonna me había dicho que no era una de las casas de seguridad, está la compró ella.En cuanto llegamos a casa y vi que Diego salió corriendo a recibirnos, en especial a Gio; sentí que un poquito de mi corazón se alegraba y el resto se entristecía porque sabía que Gio estaba fingiendo. Cuando la verdad es que no lo reconocía, sin embargo, lo abrazo cálidamente y me sentí un poco más tranquila.Gio le siguió con la pantomima un rato más. Así que sí, con miedo y una loca idea de que Diego nunca se diera cuenta que Gio no lo recuerda.—Bueno mi amor, Gio va a tener que descansar— no quería que pasará mucho tiempo y se diera cuenta.—¿Te sientes bien? —le pregunta mi pequeño —cuando yo me enfermo mami me hace una rica sopa.—Estaría encantado de probar la sopa de mami— respondió este y sabía que era mentira, pero no puedo evitar que mi corazón latiera más rápido por eso.—Mañana puedo hacerla —me ofrecí cuan
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