—Te aconsejo que no lo hagas, será mejor para ti. Si no, te arrepentirás.Pedro mantuvo la calma, sin mostrar ni la más mínima perturbación.Desde el principio hasta el final, en sus ojos, Jaime era simplemente un payaso insignificante.—Sé que sabes pelear un poco, pero dos puños no pueden enfrentarse a cuatro manos. La gente que traje, todos son élites del ring, y algunos de ellos tienen armas. Incluso si eres bueno en pelear, solo terminarás siendo apuñalado —dijo Jaime con una sonrisa fría.Luchar con las manos desnudas y enfrentar armas eran dos cosas completamente diferentes.No creía que Pedro pudiera resistir un corte de cuchillo o un hachazo.—No sé qué rencillas hay entre ustedes, pero este chico es el "premio" de nosotros dos, hermanos. Sería mejor que te quedaras a un lado —en ese momento, Carlos y Miguel, los dos hermanos, hablaron.Al principio, pensaron que Jaime estaba allí para ayudar a Pedro, pero resultó que eran enemigos a muerte.—¿Quiénes son estos dos idiotas? Lá
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