LizbethCorro lejos del parque de atracciones sin mirar atrás, mi pecho late como loco mientras siento que el mundo está a punto de terminarse para mí por lo que acabo de hacer, pero lo que realmente me preocupa es el hecho de que mi esposo, ese molesto hombre con quien me casé y no por amor precisamente me devolviera el beso.Freno el coche en el estacionamiento del hospital, golpeo mi cabeza contra el volante mientras me digo una y otra vez que quizás él solo se confundió por un instante, pero esas sensaciones desbordadas, ese calor sigue golpeando fuerte dentro de mí. Camino hacia la habitación del hospital donde está mi padre con calma.Me quedo en la puerta un segundo cuando veo la silueta de mi madre, es bastante temprano, aun así simplemente sonrío entrando a la habitación, los ojos de mis padres se mueven en mi dirección, el rostro cansado de mi padre se ilumina con una pequeña sonrisa.—¡Lizbeth!, mi niña, me preguntaba cuándo vendrías.—Estoy algo ocupada papi — me excuso an
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