SophiaCorro hasta mi abuela, mi corazón apretado como si estuviera siendo aplastado por un puño de hierro. Cada paso es una lucha contra el dolor que me consume por dentro, una batalla para llegar hasta ella antes de que sea demasiado tarde. Las lágrimas empañan mi visión, pero aún puedo verla tendida en el suelo, tan frágil y vulnerable, su respiración débil e irregular.Me arrodillo a su lado, mis manos temblando mientras toco su rostro, ahora pálido y sin vida. Su piel está fría bajo mis dedos, y un sollozo angustiado irrumpe de mi garganta, desgarrándome por dentro.― Abuela… ― Mi voz sale como un susurro, apenas audible entre sollozos de desesperación. ― Por favor, despierta… Por favor…Pero ella no se mueve, no responde a mi llamado desesperado. Sus ojos permanecen cerrados, como si estuviera durmiendo un sue
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