Elizabeth Terminamos juntos después de unos minutos de meter buen gusto, por la rapidez de la eyaculación de él y la cantidad y coloración del semen, él también se comportaba durante mi ausencia o por lo menos no estaba fijo comiendo a alguien. Bajé mi vestido mientras sentía que se me escurría por las piernas, satisfecha con el poder que ejercía sobre él.- Ya basta Maciel, puedes irte ahora.Se abrochaba los pantalones, y aunque tuviera melaza, tendría que salir de mi casa.- Hoy mismo arreglaré los detalles para nuestro matrimonio en civil y junto con él, un poder notarial donde pasaré las acciones a su nombre.Yo vibré por dentro, pensé que él necesitaría de un tiempo para hacer lo que yo quería, pero aquello sexo rapidito había rendido buenos frutos.- ¿De verdad harás eso por mí?- Sí... y creo que mañana temprano todo estará listo. Mañana, tú serás mi esposa y entrarás en aquella casa como deberías, como la dueña.- ¡Te amo, te amo! ¡Mi gran oso!- Ponte ese anillo y esta vez
Leer más