Cada una de esas voces hacían que la cabeza de Liz diera vueltas como un remolino «Ustedes me van a volver loca» pensó, pero de inmediato escuchó a Roman decir —Lo siento nena, tú eres una chica demasiado especial y esto es sólo el comienzo, te lo aseguro así que mejor concéntrate bien. Y mientras Howard seguía esperando por una respuesta, los ojos de Liz se abrían como un plato. —De una buena vez, ¿me vas a decir que te pasa? —Era Howard otra vez casi interrogándola, sin poder entender aun que le estaba pasando a él con esa chica. Aunque al mismo tiempo Arthur seguía esperando, sólo que esta vez decidió guardar silencio esperando por una respuesta que tal vez cambiaría el rumbo de sus vidas y aun no estaba seguro si lo que quería escuchar de verdad sería lo correcto. Liz respiró profundo y decidió ser honesta no sólo con Howard, pero de una buena vez también con ella misma —Tal vez en otro momento de mi vida me hubiese rendido con ese beso, pero lamentablemente en el corazón
Leer más