Anastasia. El dolor en mi pecho era insoportable. Alexey se había ido, me dejó sola, herida y perdida en un mar de inseguridades, y no pude evitar sentir que todo se desmoronaba a mi alrededor.Sus palabras resonaban en mi mente una y otra vez, como cuchillos afilados cortando mi alma. Me sentía perdida y sin rumbo, sin saber qué hacer o cómo enmendar mis errores.Me dejé caer en el sofá, abrazando mis rodillas mientras sollozaba. Mi corazón se sentía destrozado, y el peso de mis decisiones pasadas caía sobre mí con una fuerza abrumadora. Me había enamorado de un hombre que, según sus propias palabras, era un asesino, y a pesar de que había visto lo que vi, yo ya no veía eso en él.Aun con el miedo, aun con el pánico y todo lo que mi cuerpo rechazó al ver sus actos, solo podía ver al hombre del que me había enamorado, y que me había mirado con otros ojos a diferencia de los demás.Y ahora lo había perdido por mis propias inseguridades y miedos.Papá también seguía en mi mente, record
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