—Sebastian por favor, no discutas más, vámonos y usted señor Hamilton, lo mejor es que se vaya— Anastasia agarra la mano de Parrow, quiere darle tranquilidad y seguridad—Ana, solo venía a darte mi apoyo— Hamilton trata de estar tranquilo—¡Ella no te necesita!— gruño Sebastián—Sebastian piensa en nuestro bebé, necesito estar en un entorno de paz, por favor...— súplica ella y él tensa su mandíbula, odia con todas las fuerzas de su ser a Hamilton—esta bien, me marcho, no quiero que por mi causa enfermes, después de todo, yo, sí soy un caballero, por cierto, necesito que nos reunamos, tenemos trabajo pendiente— sonríe forzosamente y Parrow no le quita la mirada de encima —programare una cita para hablar sobre el trabajo del señor HamiltonHamilton pasa por el lado de la pareja, y aunque está celoso, no lo aparenta. —¡No quiero que estés a solas con él— Sebastián empieza con sus celos, aquello que enojan a Anastasia, pero tambien la enamoran e incluso la hacen sonreír —es solo trab
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