Me regresé a la habitación con un nudo en la garganta, mi mente era tan volátil, y la desesperación que tenía me hacía pensar muchas cosas, no era capaz de concebir en mi mente la casualidad tan oportuna con Diego, y todo lo que le rodeaba, el sentarse justo a mi lado, hablarme alegando que sabía quién era, estudiar el mismo curso que yo, la vestimenta de quien lo recogió, su interés en mí, la llamada que le hizo denotar nerviosismo, todo era demasiado confuso. — Thiago, respóndeme — Le escribí intentando calmar mi ansiedad — Sí, Lisa, mañana lo soluciono, descansa por favor, todo estará bien — Respondió al cabo de un rato. — Thiago, no quiero estar aquí — Escribí inmersa en el llanto, la angustia me estaba aniquilando Thiago no respondió y eso dolió más, pues solo él podía salvarme de tantas preocupaciones que él mismo me había impuesto, pues aunque yo entendería que todo era por mi bien que debía estudiar que era una excelente oportunidad, por más que yo me auto controlara y d
Leer más